El Ejército vigila los trenes de cercanías de grandes ciudades para evitar otro 11-M

Defensa recibirá un crédito extraordinario para pagar el apoyo militar al plan antiterrorista

Un año y cuatro meses después del 11-M, el Gobierno decidió ayer ampliar el dispositivo de vigilancia antiterrorista a los trenes de cercanías de grandes ciudades. Efectivos militares empezaron a desplegarse a última hora de la tarde en la línea Atocha-Guadalajara, atacada en marzo de 2004, así como en las líneas Atocha-Aranjuez y Chamartín-El Escorial. Hasta ahora, sólo se vigilaban las líneas del AVE. El Consejo de Ministros decidió financiar el apoyo de las Fuerzas Armadas al plan antiterrorista con un crédito extraordinario, al margen del presupuesto de Defensa.

A pesar de que los t...

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Un año y cuatro meses después del 11-M, el Gobierno decidió ayer ampliar el dispositivo de vigilancia antiterrorista a los trenes de cercanías de grandes ciudades. Efectivos militares empezaron a desplegarse a última hora de la tarde en la línea Atocha-Guadalajara, atacada en marzo de 2004, así como en las líneas Atocha-Aranjuez y Chamartín-El Escorial. Hasta ahora, sólo se vigilaban las líneas del AVE. El Consejo de Ministros decidió financiar el apoyo de las Fuerzas Armadas al plan antiterrorista con un crédito extraordinario, al margen del presupuesto de Defensa.

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A pesar de que los trenes de cercanías, utilizados por millones de trabajadores, fueron el blanco elegido por el comando islamista, el Gobierno no los había incluido hasta ahora entre los objetivos a proteger. En el dispositivo puesto en macha las pasadas Navidades sólo se incluyeron las grandes estaciones, como Atocha en Madrid o Santa Justa en Sevilla, y las líneas de alta velocidad.

Sin embargo, los atentados de Londres, que siguen miméticamente el patrón de la matanza de Madrid, han llevado a cambiar las prioridades. La ampliación de la vigilancia a las líneas de cercanías se debatió el jueves en el Gabinete de Crisis reunido informalmente en La Moncloa y recibió ayer luz verde en el Consejo de Ministros.

Paralelamente, el Gobierno acordó que las misiones que las Fuerzas Armadas realicen en apoyo al Plan de Prevención y Protección Antiterrorista se financien con un crédito extraordinario procedente del Fondo de Contingencia, con el que se atienden gastos imprevistos de distintos ministerios.

Hasta ahora, la Operación Romero Mike, como se denomina el dispositivo militar de apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, se había financiado con cargo al presupuesto de Defensa. Así sucedió entre el 23 de diciembre y el 8 de enero pasados, cuando se decretó una alerta de atentado, y entre el 8 y el 11 de marzo, con motivo de la celebración en Madrid de la cumbre sobre terrorismo y democracia.

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Orden de Bono

El ministro de Defensa, José Bono, firmó ayer por la tarde una orden dirigida al jefe del Estado Mayor de la Defensa, Félix Sanz, para la puesta en marcha del despliegue. En principio, el número de efectivos será igual al de anteriores ocasiones, 500 de manera simultánea -de los que 300 se dedicarán a la vigilancia de las vías férreas y 200 a otros objetivos estratégicos-, pero no se descarta que se incrementen en función de las necesidades, sobre todo ahora que no hay límites presupuestarios. En las pasadas Navidades, el Ejército realizó nueve turnos de vigilancia, con participación de más de 4.500 militares.

El despliegue militar comenzó ayer por la tarde, en las líneas Atocha-Aranjuez, Atocha-Guadalajara y Chamartín-El Escorial, todas con origen y/o destino Madrid. En los próximos días, la vigilancia de las líneas de cercanías se extenderá a otras grandes ciudades, como Valencia o Málaga. No está prevista su aplicación en el País Vasco.

Los militares se dedicarán a tareas de "vigilancia y presencia disuasoria, hasta nueva orden". Según las fuentes consultadas, la lista de objetivos a proteger ha sido consensuada con el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, quien coordina el plan.

Por otra parte, un equipo de la Unidad Central de Información Exterior de la Policía viajó ayer a Londres para reunirse con responsables del Mi6, el servicio británico de espionaje exterior, a los que trasladarán su experiencia en el 11-M. Dos agentes de la Guardia Civil acudirán también hoy a Londres para apoyar la investigación y en los próximos días lo harán expertos del servicio de desactivación de explosivos (Tedax).

Militares de Infantería de Marina patrullan, en la tarde de ayer, por la estación de Chamartín.GORKA LEJARCEGI

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