La regulación de patentes informáticas enfrenta a las compañías del sector

Las pequeñas empresas cuestionan el proyecto de directiva europea

Los Verdes del Parlamento Europeo aseguran que ésta es "una batalla por la libertad". Batallan, junto a socialistas e Izquierda Unitaria, contra el proyecto europeo de patentar las innovaciones en programas informáticos. A su lado están las pequeñas y medianas empresas, que acusan a las grandes de intentar, con la nueva norma, reforzar sus monopolios. Alcatel, Ericsson y Nokia han suscrito una carta abierta a la UE reclamando la aprobación del proyecto que hoy debate el Parlamento Europeo y que mañana vota en pleno.

De salir adelante la directiva europea, podrá ser patentada cualquier i...

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Los Verdes del Parlamento Europeo aseguran que ésta es "una batalla por la libertad". Batallan, junto a socialistas e Izquierda Unitaria, contra el proyecto europeo de patentar las innovaciones en programas informáticos. A su lado están las pequeñas y medianas empresas, que acusan a las grandes de intentar, con la nueva norma, reforzar sus monopolios. Alcatel, Ericsson y Nokia han suscrito una carta abierta a la UE reclamando la aprobación del proyecto que hoy debate el Parlamento Europeo y que mañana vota en pleno.

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De salir adelante la directiva europea, podrá ser patentada cualquier innovación informática, como un programa para mejorar el rendimiento de una lavadora o las prestaciones de un teléfono móvil. Hasta ahora, este tipo de innovaciones estaban protegidas sólo por el copyright. La directiva deja totalmente al margen el programa (software) en sí mismo, que se utiliza directamente a través de los ordenadores.

Las grandes compañías informáticas defienden la posibilidad de patentar estas invenciones. Así, esgrimen, se defenderán las innovaciones europeas y, de paso, los puestos de trabajo que generan. Las pequeñas y medianas empresas consideran, por su parte, que con este nuevo sistema sólo las grandes podrán afrontar los gastos que conlleva el registro de una patente y el pago de abogados para defenderse en caso de disputa.

Para la eurodiputada verde Eva Lichtenberger, el copyright es suficiente para defender a la industria europea. "Desde que se ha patentado el software en Estados Unidos", dice el copresidente de Los Verdes, Daniel Cohn-Bendit, "Microsoft ha comprado un montón de pequeñas empresas innovadoras. Se ha quedado con todo". Según datos de la Eurocámara, defender el copyright no es caro, mientras que lograr una patente cuesta en Europa unos 50.000 euros. Tras este debate aparentemente técnico, hay mucho dinero en juego, dado que este tipo de innovaciones forman parte de la actividad cotidiana. De hecho, ya hoy en día se calcula que el 15% de las patentes registradas pertenecen a este mercado.

Carta abierta

Las grandes compañías echaron un órdago las semana pasada con una carta abierta, firmada por los consejeros delegados de Alcatel, Ericsson, Nokia, Philips y Siemens, al ex presidente de la UE Jean-Claude Juncker en la que piden la posibilidad de patentar el software. La carta la firmaba también la organización que agrupa a todas estas empresas, en la que figura el gigante Microsoft, que controla el 95% del mercado del software mundial. La EICTA (Asociación Europea de Industrias de las Tecnologías de la Información) dice representar a 10.000 empresas con un total de dos millones de empleados.

En principio, sus tesis parecen haber convencido ahora a la mayoría del Parlamento Europeo, que, sin embargo, votó en contra de la directiva en abril del pasado año. Las pequeñas y medianas empresas se han movilizado contra la directiva. Están agrupadas en UEAPME (Asociación Europea de Pequeñas, Medianas y Artesanas Empresas), que dice representar a 11 millones de empresas con cerca de 50 millones de empleados. La FFII (Fundación por una Infraestructura Libre de la Información) tiene 650 miembros, dice representar a 3.000 empresas y ha organizado manifestaciones ante las puertas del Parlamento Europeo para hoy y mañana. Sus miembros españoles se concentraron ayer frente a las sedes del PP y del PSOE.

Un grupo de manifestantes ayer por la tarde frente a la sede del Partido Popular en Madrid.BERNARDO PÉREZ

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