Reportaje:LA PEOR SEQUÍA EN MEDIO SIGLO

"Estamos abocados a cerrar"

Las ovejas de Martí Cardona, en Rivert, llevan siete meses en el establo por falta de pastos

Rivert es un pequeño pueblo del Pallars Jussà que está parapetado detrás de una singular montaña de cuyas entrañas brota uno de los manantiales de agua más abundante de la comarca. La frescura que se respira en sus calles contrasta con la sequedad que la falta de lluvias ha provocado en el paisaje de sus alrededores. Hay agua sobrante, pero este año en sus bosques y campos no hay pastos para alimentar al ganado. Por este motivo las 600 ovejas de Martí Cardona llevan siete meses encerradas en el establo. "Esta situación es insostenible, será nuestra ruina", exclama el ganadero.

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Rivert es un pequeño pueblo del Pallars Jussà que está parapetado detrás de una singular montaña de cuyas entrañas brota uno de los manantiales de agua más abundante de la comarca. La frescura que se respira en sus calles contrasta con la sequedad que la falta de lluvias ha provocado en el paisaje de sus alrededores. Hay agua sobrante, pero este año en sus bosques y campos no hay pastos para alimentar al ganado. Por este motivo las 600 ovejas de Martí Cardona llevan siete meses encerradas en el establo. "Esta situación es insostenible, será nuestra ruina", exclama el ganadero.

Martí, de 46 años, vive en Rivert con su mujer y dos hijos pequeños. La agricultura y la ganadería son el medio de subsistencia de la familia, pero en esta zona del Prepirineo de Lleida la situación provocada este año por la sequía es muy crítica, especialmente para la ganadería extensiva de vacuno y ovino. La falta de agua y de pastos obliga a los ganaderos a alimentar a los animales en el establo. Martí asegura que tener ovejas en estas condiciones durante mucho tiempo representa un sobrecoste inasumible. "En un año con un régimen de lluvias normal", señala, "el ganado permanecía estabulado 15 días, pero ahora ya lleva siete meses".

Para intentar paliar esta situación, Martí saca cada tarde su rebaño para que pueda comer en los campos de cereales que no ha podido cosechar, ya que el Departamento de Agricultura, Ganadería y Pesca lo ha autorizado. La tierra está tan seca que al paso de las ovejas se levanta una densa nube de polvo propia de paisajes desérticos. A finales de junio, las ovejas de Martí ya se habían comido también las reservas de forrajes y pienso que guardaba para pasar el invierno. Esto quiere decir que este año tendrá que comprar más alimentos de los previstos a unos precios abusivos debido a la gran demanda. Martí pone como ejemplo el caso de la paja, que ya está pagando a 0,10 euros el kilo, cuando el año pasado se la regalaban o se la llevaban a la explotación a 0,04 euros.

El ganadero ve con poco optimismo el futuro del sector. En las mismas condiciones se encuentran centenares de ganaderos de la provincia que a causa de la sequía se han visto obligados a comprar forrajes y paja a un precio desorbitado "Si esto no lo remedia la Administración, las personas que producimos en régimen extensivo estamos abocadas a cerrar las explotaciones", advierte el ganadero. "La materia prima está por las nubes y en cambio nosotros vendemos los corderos de 25 kilos al mismo precio que hace 30 años. Este año me los han pagado a 42 euros, cantidad que equivale al gasto extraordinario por animal. Estoy en números rojos, y no crea que le exagero", añade. Martí Cardona.

Los ganaderos piden ayudas directas a la ganadería extensiva para paliar el sobrecoste que les supone críar animales en estas condiciones excepcionales.

Los más viejos del lugar no recuerdan una sequía tan prolongada como la de este año, que es la más larga en más de medio siglo. Algunos productores lo están pasando muy mal porque tampoco tienen agua para los animales y deben abastecer las explotaciones con cisternas.

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Martí aún confía en poder trasladar sus ovejas a mediados de julio a las montañas de Erta, en la Alta Ribagorça. Siempre que llueva y haya pastos, podrán estar allí hasta finales de septiembre, pero no todos sus colegas tendrán esa suerte. "Este año es para quejarse, y con razón", concluye el ganadero de Rivert.

Ayudas a Tarragona

La Generalitat ha concedido ayudas por 222.100 euros para obras de captación y distribución de agua a municipios de las comarcas del Camp de Tarragona afectadas por la fuerte sequía, que ha hecho que varios municipios hayan adecuado las infraestructuras municipales de captación y distribución de agua potable. En la comarca del Priorat, a causa de los problemas derivados del alto nivel de manganeso del agua procedente de la mancomunidad Topograpo, se ayudará a los ayuntamientos de Poboleda y Gratallops a hacer frente a las inversiones necesarias para adaptar sus instalaciones actuales, concretamente con 33.100 euros y 28.700 euros, respectivamente. Vespella de Gaià recibirá 33.700 euros para instalar el equipamiento electromecánico de un pozo que tiene que suministrar agua a Vespella, Masos de Vespella y Sant Miquel. En la Conca de Barberà, se otorgarán 30.000 euros para llevar la línea eléctrica a dos nuevos pozos que suministrarán agua a Vilaverd; además se apoyará con 8.200 euros la instalación de un equipo de cloración automatizada en el municipio de Vallclara, entre otras ayudas.

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