Los ecologistas critican el plan de construcción de 4.500 pisos en El Molar

Urbanismo niega que hayan sido aprobados bloques de 12 alturas en el municipio

La asociación ecologista Amigos de la Tierra de Madrid considera "absolutamente irresponsable y ambientalmente insostenible" el proyecto de construcción de 4.500 viviendas en el municipio de El Molar junto a una zona forestal protegida (véase EL PAÍS de ayer).

La asociación criticó, además, que la Consejería de Transportes e Infraestructuras exija al Ministerio de Fomento la construcción de la radial de peaje R-1 sólo dos días antes de que la Comisión de Urbanismo de la Comunidad de Madrid haya aprobado esta operación urbanística adyacente a la autopista.

Daniel Sánchez, portavoz...

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La asociación ecologista Amigos de la Tierra de Madrid considera "absolutamente irresponsable y ambientalmente insostenible" el proyecto de construcción de 4.500 viviendas en el municipio de El Molar junto a una zona forestal protegida (véase EL PAÍS de ayer).

La asociación criticó, además, que la Consejería de Transportes e Infraestructuras exija al Ministerio de Fomento la construcción de la radial de peaje R-1 sólo dos días antes de que la Comisión de Urbanismo de la Comunidad de Madrid haya aprobado esta operación urbanística adyacente a la autopista.

Daniel Sánchez, portavoz de Territorio y Movilidad de Amigos de la Tierra de Madrid, afirma: "Asistimos, una vez más, a la venta de nuestro patrimonio natural a cuenta de operaciones urbanísticas que no benefician a los ciudadanos, y mucho menos a nuestro medio ambiente. Construir en un paraje forestal de alto valor ecológico, construir una autopista invadiendo el cauce de un río como el Jarama, parece que no importa si se consigue que alguien se enriquezca".

Esta asociación sostiene que la petición de la R-1 "no responde a necesidades de movilidad, sino simplemente de cobertura para operaciones urbanísticas", y agregó que así lo demuestra la decisión de la Comisión de Urbanismo de aprobar la construcción de tantas viviendas como habitantes tiene actualmente el municipio.

Doble rasero

Sánchez criticó también "el doble rasero" del Gobierno regional, que unió en una sola Consejería Urbanismo y Medio Ambiente para priorizar este último. "Observamos cómo los responsables de Medio Ambiente retocan informes, ajustan estudios, se desdicen de lo dicho y siempre sale perdiendo la naturaleza y los ciudadanos, que verán seriamente dañada su calidad de vida", agregó.

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En opinión del portavoz, "destruir un bosque, un arroyo y presentar como alternativa la repoblación de otra zona, incluso a muchos kilómetros de distancia, es absolutamente irresponsable e insostenible técnica y ambientalmente".

Por su parte, la Consejería de Urbanismo negó ayer que el desarrollo urbanístico aprobado por la Comisión de Urbanismo permita construir bloques de 12 alturas. "El plan general de El Molar sólo admite tres alturas más planta baja, por lo que nunca se construirán torres en este municipio". Urbanismo mantiene, igualmente, que la zona forestal que se convierte en zona verde seguirá igualmente protegida, por lo que no sufrirá ningún daño.

Sin embargo, el portavoz de Urbanismo del PSOE en la Asamblea de Madrid, Modesto Nolla, sostiene que la revisión de las normas urbanísticas de esta localidad permite la construcción de bloques de 21 metros de altura, así como la posibilidad de aumentarla siempre que tenga el visto bueno de la Navegación Aérea, ya que el desarrollo previsto, llamado SAU 21, está afectado en parte por la huella sonora del aeropuerto de Barajas (el ruido de los aviones que sobrevuelan esa zona próxima al aeropuerto).

Nolla se sorprende por el hecho de que el director general de Urbanismo, Enrique Porto, se inhibiese a la hora de votar este proyecto urbanístico argumentando que tres promotoras (Realia, Reyal y Fadesa) estaban "interesadas en el desarrollo" y él había trabajado para ellas "con anterioridad a los últimos dos años". "¿Cómo puede saber Porto que las promotoras están interesadas en este desarrollo si ya no trabaja para ellas y sus nombres no aparecen en el expediente?", se pregunta el diputado.

La Consejería de Urbanismo respondió ayer que Porto conocía "mucho antes" de que fuese nombrado director general el interés de las promotoras por el SAU 21. La consejería destaca, además, el hecho de que Porto se inhibiese en la votación de esta recalificación urbanística. "Para que no quedase ninguna duda", añaden desde Urbanismo.

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