Nueva técnica poco cruenta para los miomas de útero

Los miomas o tumores benignos de útero, que sufren el 70% de las mujeres, sobre todo entre los 30 y los 50 años, son el tumor no canceroso más frecuente en el sexo femenino. Aunque en la mayoría de los casos este proceso no causa síntomas ni tampoco requiere tratamiento, el 30% de las pacientes se quejan de reglas muy abundantes, sangrado entre menstruaciones, dolor y otros síntomas inespecíficos, como el aumento de la frecuencia urinaria, la sensación de peso en el abdomen y el dolor de ciática.

"Muchas de estas mujeres han de ser intervenidas y ahora disponemos de una nueva técnica, a...

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Los miomas o tumores benignos de útero, que sufren el 70% de las mujeres, sobre todo entre los 30 y los 50 años, son el tumor no canceroso más frecuente en el sexo femenino. Aunque en la mayoría de los casos este proceso no causa síntomas ni tampoco requiere tratamiento, el 30% de las pacientes se quejan de reglas muy abundantes, sangrado entre menstruaciones, dolor y otros síntomas inespecíficos, como el aumento de la frecuencia urinaria, la sensación de peso en el abdomen y el dolor de ciática.

"Muchas de estas mujeres han de ser intervenidas y ahora disponemos de una nueva técnica, apenas invasiva y cruenta, la embolización", afirma Ernesto Santos, especialista del servicio de radiología vascular del hospital Clínico San Carlos de Madrid.

Este centro es uno de los pocos que han incorporado la nueva técnica, indicada especialmente en mujeres con miomas sintomáticos que no vayan a tener descendencia y que deseen conservar el útero. "La embolización", explica Santos, "es una excelente alternativa a la cirugía convencional, porque tan sólo requiere una estancia hospitalaria de 48 horas y facilita una incorporación inmediata a la vida laboral".

Este procedimiento consiste en el cierre de los vasos sanguíneos que nutren el tumor. Para ello se realiza una mínima punción en la arteria femoral (a la altura de la ingle) y se introduce un fino catéter hasta ambas arterias uterinas. Seguidamente, con una inyección de un material de embolización se taponan esas arterias y se priva de riego sanguíneo a los miomas.

La duración de esta cirugía mínimamente invasiva oscila entre una y dos horas. Se realiza mediante anestesia local y sedación y en un solo acto quirúrgico se tratan todos los miomas que la paciente tenga.

No se conocen muy bien las causas de la aparición de este tipo de tumor benigno del útero, según Santos, aunque "parece ser que existe una cierta predisposición genética", debida a ciertos cromosomas anormales, y una influencia hormonal.

"Por este último motivo, los miomas suelen crecer durante el embarazo, cuando hay un nivel elevado de hormonas sexuales femeninas y, sin embargo, remiten en la perimenopausia, cuando esos niveles hormonales empiezan a descender", añade.

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