OPINIÓN DEL LECTOR

Embargo

A nuestro querido alcalde no le basta con convertir la ciudad en un gigantesco espacio de ruidos, mugre y crispación, además está decidido a que sus delirios de grandeza los paguemos entre todos los madrileños. Primero fue la subida salvaje del IBI, ahora ha decidido desenterrar viejas multas de la ORA hasta el año que haga falta. En mi caso, me encuentro con un embargo de cuenta corriente procedente de infracciones cometidas entre el año 1999 y el año 2001 al tristemente famoso (por inútil e ineficaz, es algo reconocido públicamente por ellos mismos) sistema de aparcamiento mediante boletos p...

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A nuestro querido alcalde no le basta con convertir la ciudad en un gigantesco espacio de ruidos, mugre y crispación, además está decidido a que sus delirios de grandeza los paguemos entre todos los madrileños. Primero fue la subida salvaje del IBI, ahora ha decidido desenterrar viejas multas de la ORA hasta el año que haga falta. En mi caso, me encuentro con un embargo de cuenta corriente procedente de infracciones cometidas entre el año 1999 y el año 2001 al tristemente famoso (por inútil e ineficaz, es algo reconocido públicamente por ellos mismos) sistema de aparcamiento mediante boletos perforados.

Pero mi enfado inicial, se transforma en indignación cuando compruebo -al comentarlo con compañeros-, que no se trata de un hecho aislado, sino que somos varios los que nos hemos encontrado durante este mes con la misma sorpresita en el banco.

Toca campaña de recaudación extraordinaria. Parece ser que hay que cuadrar las cuentas sin hacer mucho ruido, así que, madrileños, conviene que estéis preparados si cometisteis, hace seis o siete años, el terrible delito de no tomaros algún día muy en serio los papelitos que nos vendían en el estanco. Revisar vuestra cuenta corriente. Caros Juegos Olímpicos.

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