"El mundo global simplifica los ecosistemas"

Pregunta. ¿Qué le decantó hacia la botánica?

Respuesta. El ambiente rural. Soy de Onda y la Sierra de Espadán está al lado. No me costaba esfuerzo reconocer las plantas y me divertía. Llegué a la botánica por diversión.

P. ¿Qué atractivo le ofrecía para hacer de ella una profesión?

R. Las plantas tienen menos atractivo que los animales, pero a mí me atraen mucho. Me llama la atención la capacidad de adaptarse a los distintos ambientes. Son organismos que viven sin necesidad de nada. Me fascina que la vegetación pueda estar creciendo y evoluciona...

Pregunta. ¿Qué le decantó hacia la botánica?

Respuesta. El ambiente rural. Soy de Onda y la Sierra de Espadán está al lado. No me costaba esfuerzo reconocer las plantas y me divertía. Llegué a la botánica por diversión.

P. ¿Qué atractivo le ofrecía para hacer de ella una profesión?

R. Las plantas tienen menos atractivo que los animales, pero a mí me atraen mucho. Me llama la atención la capacidad de adaptarse a los distintos ambientes. Son organismos que viven sin necesidad de nada. Me fascina que la vegetación pueda estar creciendo y evolucionando sin parar, afrontando problemas graves: padeciendo por la luz, el agua, los insectos, compitiendo con otras plantas...

P. La tragedia griega.

R. Es una tragedia que tenemos olvidada, pero podemos acceder a ella. Podemos coger un paisaje e interpretar por qué es así. La vida rural ha desaparecido en buena parte de nuestros paisajes, pero el paisaje que vemos está condicionado por esa vida rural, es su consecuencia.

P. ¿La biodiversidad vegetal es cada vez menos biodiversa?

R. Sí, la tendencia en este mundo global es a la simplificación extrema de los ecosistemas. Donde antes había cincuenta comunidades vegetales o trescientas especies, ahora sólo encuentras una, dos o cinco.

P. ¿Cómo valora la proliferación de urbanizaciones y campos de golf?

R. La ocupación del territorio es el principal problema que tiene la biodiversidad. Cada vez la superficie ocupada es mayor y más irreversible.

P. ¿Es pesimista?

R. ¿Se puede ser otra cosa? El panorama te da a entender que esto va mal y puede ir peor. Pero una cosa es ser pesimista y abandonarse al destino, y otra intentar modificar esa tendencia.

P. ¿Valoramos al botánico Cavanilles como se merece?

R. Lo apreciamos mucho. Es muy querido sobre todo en los ambientes rurales, porque habló del territorio valenciano pero particularizando en pueblos. Es una referencia fundamental para los valencianos.

P. Usted quiere que el Jardín Botánico sea un centro cultural.

R. Quiero que sea un espacio de reencuentro de la ciencia, la cultura y la natura. Los jardines botánicos modernos son eso. Ahora tenemos infraestructura para desarrollar esas prestaciones.

P. ¿Cuál es su importancia respecto al resto de jardines botánicos de España?

R. Es el más antiguo y el que tiene más historia. Es su aspecto más relevante. El concepto de jardín botánico está muy discutido y prácticamente todos llevamos la misma dirección. El de Valencia destaca en que es muy integral y muy polifacético. Y es urbano.

P. ¿Ve posible su ampliación en el solar de Jesuitas?

R. Este jardín no tiene ampliación. Es un jardín histórico, fundado en 1802, que no se debería cambiar por nada del mundo. Eso no quiere decir que no se puedan añadir funciones o colecciones, como en el caso del solar de Jesuitas.

P. ¿Es cierto que toca el bajo?

R. Sí, es una afición de joven. Estudié algo de guitarra clásica y luego lo que me tiraba era la guitarra eléctrica. Formamos un grupo, el Conjunto Maestrazgo, y lo pasamos muy bien. Hace doce años lo retomé y fundamos una blues band, Explorador Andrés. Escoramos al jazz y tocamos blues de swing.

P. También le tira la moto.

R. He sido motorista muchos años, pero lo he ido dejando.

P. ¿La moto no es antibotánica?

R. Tan antibotánica como un coche. Pero lo que más hago ahora es bicicleta. Te conecta más con la naturaleza.