Barcelona abre dos nuevas salas para drogadictos en situación de marginalidad

Los más de 300 toxicómanos que se hallan en situación de extrema marginalidad en la ciudad de Barcelona dispondrán de dos nuevas salas de venopunción asistida y asistencia integral, que se sumarán a la sala Baluard, en funcionamiento desde el pasado diciembre en el Raval con resultados "muy positivos", según la tercera teniente de alcalde y presidenta de la Agencia de Salud Pública, Imma Mayol.

Las dos nuevas salas, que el Ayuntamiento abrirá con el apoyo económico del Departamento de Salud de la Generalitat -con una aportación de 1,5 millones de euros-, se instalarán en la Zona Franca ...

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Los más de 300 toxicómanos que se hallan en situación de extrema marginalidad en la ciudad de Barcelona dispondrán de dos nuevas salas de venopunción asistida y asistencia integral, que se sumarán a la sala Baluard, en funcionamiento desde el pasado diciembre en el Raval con resultados "muy positivos", según la tercera teniente de alcalde y presidenta de la Agencia de Salud Pública, Imma Mayol.

Las dos nuevas salas, que el Ayuntamiento abrirá con el apoyo económico del Departamento de Salud de la Generalitat -con una aportación de 1,5 millones de euros-, se instalarán en la Zona Franca y en Vall d'Hebron. La primera de ellas, de carácter móvil, ya está funcionando desde el pasado fin de semana en un autobús que se sustituirá por otro nuevo y mejor equipado.

El otro nuevo equipamiento se abrirá el próximo mes de junio dentro del recinto hospitalario Vall d'Hebron y contará con el apoyo del servicio de psiquiatría del mismo.

Además de los servicios convencionales que se ofrecen en los 12 centros de atención a los drogodependientes (desintoxicación, tratamiento con metadona y atención psicológica), estas nuevas salas de atención integral disponen de servicio de venopunción asistida e intercambio de jeringuillas. El objetivo es que los toxicómanos que han fracasado en todos los programas de desintoxicación, que han caído en una situación de marginalidad extrema y que siguen inyectándose droga puedan hacerlo en las máximas condiciones de salubridad.

Mayol aseguró ayer que los toxicómanos que se encuentran en esta situación pueden llegar incluso a "estabilizarse" cuando se les ofrece un recurso adecuado. Así se ha demostrado, explicó la presidenta de la Agencia de Salud Pública, con la apertura de la sala Baluard, en Ciutat Vella. Una media de 130 toxicámanos asisten diariamente al centro, de los que 76 han iniciado programas de mantenimiento de metadona. La apertura de este centro se ha traducido también en una menor presencia de jeringuillas usadas en la calle.

El director de Salud Pública de la Generalitat, Antoni Plasencia, destacó ayer que este tipo de recursos "son la solución y no un problema", una afirmación que suscribió Imma Mayol al referirse a las protestas que ha generado en los barrios de Porta y La Prosperitat, en Nou Barris, el anuncio del Ayuntamiento de abrir un centro de venopunción en este distrito.

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