Parte de la izquierda quiere castigar a Chirac con el 'no' a la Constitución
El 58% de los franceses rechazará el texto, según un nuevo sondeo
Tres años se cumplieron ayer del electroshock que sufrió la sociedad francesa cuando, tras el recuento de los votos de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, descubrió que la elección para la jefatura del Estado había quedado reducida al ultraderechista Jean-Marie le Pen y el conservador y presidente saliente Jacques Chirac. El beneficiado fue Chirac, que recogió más del 80% de los votos. Ahora muchos votantes de izquierda quieren pasarle factura con el referéndum por la Constitución europea.
El 21 de abril de 2002 una mezcla de pasotismo y frivolidad llevó a la disp...
Tres años se cumplieron ayer del electroshock que sufrió la sociedad francesa cuando, tras el recuento de los votos de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, descubrió que la elección para la jefatura del Estado había quedado reducida al ultraderechista Jean-Marie le Pen y el conservador y presidente saliente Jacques Chirac. El beneficiado fue Chirac, que recogió más del 80% de los votos. Ahora muchos votantes de izquierda quieren pasarle factura con el referéndum por la Constitución europea.
El 21 de abril de 2002 una mezcla de pasotismo y frivolidad llevó a la dispersión del voto de izquierdas y dejó fuera de la carrera al entonces primer ministro, Lionel Jospin.
Aquella noche, arrepentidos, decenas de miles de ciudadanos salieron a la calle para mostrar su rechazo al candidato del Frente Nacional. En la segunda vuelta, Chirac logró el apoyo unánime de la izquierda. Ahora, aquellos votantes han convertido el referéndum por la Constitución Europea en un plebiscito contra Chirac y su Gobierno.
Todas las encuestas desde el 14 de marzo -y ya son 21- muestran que el no ganaría en el referéndum del 29 de mayo. Ayer, un sondeo realizado los 18 y 19 de abril por el instituto BVA para el semanario L'Express señalaba que el 58% de los franceses sigue dispuesto a rechazar la Constitución Europea. Se trata de un aumento de cinco puntos respecto al anterior sondeo de BVA efectuado a principios de mes. Lo más significativo es que la encuesta detecta que el no se impone entre el 66% de quienes se declaran de izquierdas, y concretamente entre un 62% de los votantes socialistas, cuyo partido oficialmente hace campaña en favor del sí, ya que en su momento sometió la cuestión a votación interna con el resultado de una amplia mayoría favorable al Tratado.
La campaña gubernamental a favor de la Carta Magna parece dar sus frutos, al menos entre los votantes conservadores. El sondeo de BVA señala que el 69% de los votantes del partido de Chirac, la UMP, apoya el texto. La encuesta de L'Express supuso un nuevo jarro de agua fría, ya que los partidarios del sí parecían empezar a respirar cuando leyeron en Le Parisien que el no había retrocedido cuatro puntos en una semana, quedando reducido a un 52%. El sondeo de CSA, sin embargo, incidía en que el rechazo sigue siendo mayoritario entre los votantes de izquierdas.
Cuanto más intensa es la campaña del Gobierno a favor del Tratado, más rechazo causa entre los votantes de izquierdas que se consideran estafados por la frase que lanzó Chirac al ser reelegido hace tres años. "He comprendido", dijo. El primer ministro Jean-Pierre Raffarin, pidió ayer una asistencia "masiva" a las urnas. Hace tres años, la pirueta que colocó a Le Pen en la segunda vuelta se produjo con una abstención récord. Los sondeos señalan ahora que más de el 40% de los franceses dice que se abstendrá el 29 de mayo.