Más de 15.000 personas piden en Madrid la dimisión de Lamela por la crisis de Leganés

La de ayer fue una manifestación atípica: médicos y enfermeras con bata blanca, vecinos de Leganés y Madrid, artistas, sindicalistas y políticos de izquierda se manifestaron por el centro de Madrid con un único objetivo: el consejero de Sanidad de Madrid, Manuel Lamela. Unos 15.000 manifestantes (30.000, según los manifestantes y 10.000, según la policía municipal) acusaron al consejero de "arrogante y prepotente" (entre otras muchas cosas, todas por el estilo), por dar curso a una denuncia anónima sobre sedaciones irregulares en el hospital Severo Ochoa, de Leganés, y por destituir a la cúpul...

La de ayer fue una manifestación atípica: médicos y enfermeras con bata blanca, vecinos de Leganés y Madrid, artistas, sindicalistas y políticos de izquierda se manifestaron por el centro de Madrid con un único objetivo: el consejero de Sanidad de Madrid, Manuel Lamela. Unos 15.000 manifestantes (30.000, según los manifestantes y 10.000, según la policía municipal) acusaron al consejero de "arrogante y prepotente" (entre otras muchas cosas, todas por el estilo), por dar curso a una denuncia anónima sobre sedaciones irregulares en el hospital Severo Ochoa, de Leganés, y por destituir a la cúpula del centro y al jefe de urgencias, Luis Montes. Éste permaneció entre serio y emocionado en mitad de la marcha. Iba callado.

A la cabeza de la marcha iban los secretarios generales en Madrid de UGT y CC OO, los sindicatos convocantes. José Ricardo Martínez, de UGT, denunció la "falta de respeto" a los profesionales y el "desprecio" a los ciudadanos mostrado por Lamela. Javier López, de CC OO, acusó al consejero de irresponsable. Ese fue el tono de toda la manifestación, que en una tarde ventosa y nublada, recorrió 400 metros desde la plaza de Cibeles hacia la Puerta del Sol.

Junto a ellos iban trabajadores del hospital, el alcalde de Leganés, José Luis Pérez Ráez (PSOE), vecinos de Leganés y jefes de servicio del centro. La pancarta pedía "dignidad para los trabajadores del hospital". El jefe de Ginecología de Leganés, Javier Martínez Salmeán, sentenció: "Lamela se equivocó al destituir a Montes, pero no va a rectificar, porque no es del estilo del PP. El único problema de Montes es que hacía lo que tiene que hacer cualquier médico: proporcionar una muerte digna a los pacientes terminales".

A la manifestación se sumaron los líderes socialistas en Madrid, Rafael Simancas y Trinidad Jiménez, que permanecieron en un segundo plano. "Esta crisis sólo se puede cerrar con la dimisión de Lamela. El problema de la sanidad no son los médicos, como cree Lamela, sino la falta de medios", afirmó Simancas. También iba el líder de IU en Madrid, Fernando Marín.

Ninguno de los políticos coreó las consignas de los manifestantes: "¡Matan las guerras, no los médicos! ¡Lamela, mientes; somos inocentes! o ¡Nosotros curamos, no matamos!". Las pancartas mostraban lemas como Lamela, fumata negra o Si quieres sufrir, al PP has de elegir. La enfermera de Urgencias de Leganés Begoña López leyó al fin de la marcha un comunicado en el que los trabajadores del centro denunciaban "la prepotencia" del consejero, quien, dijo, "no busca la verdad de lo ocurrido, sino destruir la sanidad pública". La jefa de Nutrición del Ramón y Cajal, Clotilde Vázquez, afirmó que "la crisis de Leganés ha puesto de manifiesto el sistema sanitario saturado e infradotado, y ése es el verdadero problema de Lamela". La mayoría de los manifestantes, conocidos o anónimos, insistieron en que la crisis esconde un afán privatizador de Lamela y se solidarizaron con Montes.

A la cola de la marcha iban actores e intelectuales como Álvaro de Luna, Almudena Grandes, José Luis García Sánchez o Pilar Bardem, entre otros, informa Rosana Torres.