Un nuevo temporal de nieve y viento convierte Etxegarate en una trampa para coches y camiones

El invierno sólo acabó sobre el calendario, porque la nieve y el viento barrieron ayer de nuevo el País Vasco y convirtieron la N-1 en el puerto de Etxegarate en una trampa para coches y camiones. No eran aún las 8.00 cuando la Ertzaintza decidió cerrar al tráfico la carretera Madrid-Irún en sentido Vitoria a causa de la nieve acumulada por la ventisca. Hora y media más tarde, tampoco se permitió la circulación hacia San Sebastián. "Parece que vivimos en el tercer mundo", se quejaba un conductor atascado en Idiazabal. "Si se sabía que iba a nevar, no me explico por qué nos encontramos ahora...

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El invierno sólo acabó sobre el calendario, porque la nieve y el viento barrieron ayer de nuevo el País Vasco y convirtieron la N-1 en el puerto de Etxegarate en una trampa para coches y camiones. No eran aún las 8.00 cuando la Ertzaintza decidió cerrar al tráfico la carretera Madrid-Irún en sentido Vitoria a causa de la nieve acumulada por la ventisca. Hora y media más tarde, tampoco se permitió la circulación hacia San Sebastián. "Parece que vivimos en el tercer mundo", se quejaba un conductor atascado en Idiazabal. "Si se sabía que iba a nevar, no me explico por qué nos encontramos ahora en esta situación. ¿Cómo lo hacen si no en los países nórdicos?".

El cierre de Etxegarate llegó a provocar, según confirmó la Ertzaintza, importantes retenciones. Sobre todo de camiones. "Se han registrado colas de hasta 8,5 kilómetros, entre Idiazabal y Ordizia", explicó un portavoz. Los problemas en la N-1 se complicaron además por tres accidentes de tráfico, dos a la altura de la localidad guipuzcoana de Alegia y un tercero en la alavesa de Iruraiz Gauna. Al cierre de esta edición, seis personas habían resultado heridas graves en varios siniestros.

El puerto de Etxegarate, el único de la red principal vasca cerrado ayer al tráfico, no se pudo reabrir hasta las 14.00 horas, hasta que los quitanieves despejaron la calzada y mejoró el tiempo. Las nevadas, el granizo y la lluvia, fueron remitiendo según avanzó el día en toda la comunidad y dieron un respiro a algunos puntos de las vías secundarias -los puertos de Bernedo, Herrera estuvieron cerrados y en Orduña y Opakua se necesitaban cadenas-. En los aeropuertos no se registraron grandes problemas. Sólo en San Sebastián tuvo que desviarse un vuelo procedente de Madrid. Para hoy se esperan heladas débiles en el interior pero menos precipitaciones. La cota de nieve, que por la mañana estará entre los 600 y los 800 metros, ascenderá a los 1.000 por la tarde, al suavizarse ligeramente las temperaturas.

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