Un enorme caparazón metálico rematará la terminal regional del aeropuerto de Valencia

Mañana se abren las plicas de la obra, que costará 20 millones y tiene una estación de metro

Un enorme caparazón metálico de 100 metros de largo y 60 de ancho rematará la futura terminal de vuelos regionales del aeropuerto de Valencia. Con 11.000 metros cuadrados de superficie útil, el nuevo edificio aledaño al ya existente, con un aspecto futurista forrado de aluminio y cristal según las imágenes a las que ha tenido acceso EL PAÍS, permitirá gestionar 18 vuelos a la hora. Mañana se abren las plicas de una obra que costará 20 millones de euros, incluye una estación de la Línea 5 del metro, y a la que han optado a concurso 27 empresas, entre ellas varias valencianas.

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Un enorme caparazón metálico de 100 metros de largo y 60 de ancho rematará la futura terminal de vuelos regionales del aeropuerto de Valencia. Con 11.000 metros cuadrados de superficie útil, el nuevo edificio aledaño al ya existente, con un aspecto futurista forrado de aluminio y cristal según las imágenes a las que ha tenido acceso EL PAÍS, permitirá gestionar 18 vuelos a la hora. Mañana se abren las plicas de una obra que costará 20 millones de euros, incluye una estación de la Línea 5 del metro, y a la que han optado a concurso 27 empresas, entre ellas varias valencianas.

Además de la terminal se ampliará el actual aparcamiento con otras 1.600 plazas

Este lunes se abren las ofertas que han presentado hasta 27 empresas al concurso para construir en apenas 22 meses la futura terminal de vuelos regionales del aeropuerto de Manises. Así, en breves semanas se adjudicará la obra de un edificio cuyo diseño en detalle no había trascendido. Aunque ya hace tres años que se había adjudicado el diseño de la futura terminal al joven arquitecto madrileño Francisco Benítez (entonces con 32 años), los retrasos del Gobierno en dar vía libre al proyecto y la necesaria adaptación del proyecto inicial para que el edificio acogiera una estación de metro han dilatado el inicio de la obra.

La futura terminal para vuelos regionales consta de un nuevo edificio con una superficie total aproximada de 11.000 metros cuadrados, con la peculiaridad de que también incluye la estación término de la Línea 5 de metro de Valencia, denominada Puerto-Aeropuerto porque unirá estas dos infraestructuras de transportes con la Estación del Norte de Renfe a mitad de recorrido. La terminal se construirá anexa y al oeste del edificio actual del aeropuerto, para permitir el tránsito de pasajeros.

Francisco Benítez destaca la luminosidad que tendrá la terminal ya que da la impresión de que la cubierta apenas se sustenta en los altos muros de cristal que limitan el edificio. También señala la variedad de reflejos que ofrecerá la piel del edificio según la hora del día, la estación del año o la meteorología gracias a la gran cubierta de aluminio.

Benítez se ha especializado en infraestructuras aeroportuarias ya que, además de trabajar durante años con la empresa de ingeniería Initec en la macroampliación del aeropuerto madrileño de Barajas, también diseñó la nueva terminal del aeropuerto de la ciudad tarraconense de Reus, casi terminada. Un edificio en el que también abunda el cristal pero menos espectacular que el diseñado para Manises dada su forma de paralelepípedo.Para construir la terminal se han presentado hasta 27 plicas de otras tantas constructoras o uniones temporales de empresas (UTE), entre ellas varias de las empresas valencianas más potentes en el sector, aliadas o en solitario, como son Bertolín, Ortiz Construcciones y Proyectos, Lubasa o Edificaciones Ferrando.

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El nuevo edificio, que da homogeneidad a la terminal existente manteniendo la curvatura de ésta, consta de dos volúmenes de hormigón forrados de aluminio y cristal. El primero, denominado por AENA "Procesador", tendrá planta sótano, planta baja y planta primera. En esta última se ubicará la zona de facturación, con 12 nuevos mostradores. También se sitúan allí las oficinas de las compañías y los filtros de seguridad, que incorporan la inspección automatizada de equipajes en bodega. Y mientras la planta sótano se destinará a instalaciones y servicios, la planta baja contendrá la zona de recogida de equipajes.

El segundo volumen, el más espectacular, se denomina "Satélite" y consta de una única sala de 2.400 metros cuadrados de superficie y diez puertas para salidas y llegadas. Una elegante cubierta en forma de caparazón forrada de aluminio de casi 100 metros de largo por 60 de ancho y que se apoya en el suelo en sólo en dos puntos permite que esta sala sea prácticamente diáfana y la luz penetre en el edificio a través de los muros-cortina acristalados que circundan todo el perímetro de este edificio Satélite.

El equipo de Francisco Benítez Arquitectura ganó el concurso público para diseñar la terminal hace ya tres años. En el retraso en la licitación de la construcción del edificio también ha influido el acuerdo de AENA con Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) para que el diseño incorporara una estación de metro de la Línea 5. También para, según explica Benítez, ampliar las salas de la zona VIP con vistas a la celebración de la Copa del América.

El nuevo edificio terminal para aviación regional del aeropuerto de Valencia es una de las tres obras que el consejo de administración de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) aprobó el 20 de diciembre pasado tras años de tramitación. Junto al edificio se han licitado la nueva ampliación de la plataforma de estacionamiento de naves, que costará 22 millones de euros, tiene un plazo de ejecución de 19 meses y aportará 13 nuevos puestos para estacionar aviones, nueve frente a la terminal regional y otros cinco junto a la de carga. Además, se ampliará el aparcamiento desde las 1.280 plazas actuales a las 2.854 que habrá en el futuro, mediante un nuevo edificio con planta baja y dos alturas, obra que costará otros 22 millones de euros y deberá construirse en 18 meses.

El pistoletazo de salida fue la publicación el BOE el pasado 26 de noviembre de la Declaración de Impacto Ambiental (que según AENA no recibió alegaciones) del proyecto para ampliar de 2.700 a 3.200 metros la pista del aeropuerto, la obra más emblemática porque permitirá aterrizar en Manises cualquier tipo de aviones y un mayor número de vuelos diarios, una antigua reivindicación de los empresarios valencianos.

Así, AENA dio el visto bueno a la ampliación el pasado 1 de febrero (BOE del 25 de febrero), obra que costará 24 millones de euros. El concurso sigue abierto ya que las empresas podrán presentar sus ofertas hasta el próximo día 21. Esta obra se ha hecho esperar, ya que el plan director del aeropuerto que incluía ampliar la pista de rodadura ya fue aprobado el 19 de julio de 2001.

Futura terminal regional del aeropuerto de Valencia con su cubierta de hormigón y aluminio y, en primer término, la Línea 5 del metro que llega hasta el edificio.

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