CITA EN MADRID | La clausura

Apoyo a la Alianza de Civilizaciones

"Saludamos aquí la actitud altamente civilizada del pueblo español que le ayuda a trascender las consecuencias trágicas de este drama". El príncipe Mulay Rachid, hermano del rey Mohamed VI de Marruecos, alabó así que en la España posterior al 11-M no se hubiesen producido brotes de racismo y xenofobia de los que hubiesen sido víctimas sus compatriotas inmigrantes. La mayoría de los presuntos autores de los atentados son marroquíes.

El monarca alauí participará hoy, en el parque de El Retiro, en el acto principal de conmemoración del 11-M, pero pidió a su hermano que le precediera para p...

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"Saludamos aquí la actitud altamente civilizada del pueblo español que le ayuda a trascender las consecuencias trágicas de este drama". El príncipe Mulay Rachid, hermano del rey Mohamed VI de Marruecos, alabó así que en la España posterior al 11-M no se hubiesen producido brotes de racismo y xenofobia de los que hubiesen sido víctimas sus compatriotas inmigrantes. La mayoría de los presuntos autores de los atentados son marroquíes.

El monarca alauí participará hoy, en el parque de El Retiro, en el acto principal de conmemoración del 11-M, pero pidió a su hermano que le precediera para pronunciar un discurso en su nombre ante el plenario de la cumbre sobre democracia y terrorismo concluida ayer.

Mulay Rachid resaltó dos puntos antes de explicar la fórmula que emplea su país para tratar de acabar con el terrorismo. Subrayó, primero, la "calidad ejemplar de la eficaz y global cooperación y la perfecta coordinación entre Marruecos y su vecina España (...) en su lucha contra el terrorismo".

Subrayó, de paso, su "apoyo" a la Alianza de Civilizaciones propuesta en septiembre, en Nueva York, por José Luis Rodríguez Zapatero para evitar el llamado "choque de civilizaciones".

El príncipe hizo hincapié en desmarcar el islam del terrorismo: "Denunciamos la imputación a la religión de un crimen tan abyecto y reiteramos nuestro rechazo a ver el islam injustamente alterado, pervertido (...) y satanizado por la ignorancia, el fanatismo y la perversidad". Para evitarlo, Rabat reforma la educación religiosa.

El hermano del soberano recordó a renglón seguido que Marruecos fue también golpeado por el terrorismo, sobre todo en Casablanca, en mayo de 2003. "Salimos adelante (...) aún más determinados a avanzar en la consolidación de la transición democrática", afirmó.

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No es ésa la opinión de las principales organizaciones de defensa de derechos humanos internacionales y marroquíes, que consideran que la represión que se produjo tras las explosiones de Casablanca -más de 2.000 personas han sido procesadas por terrorismo- y la nueva legislación antiterrorista han supuesto un retroceso.

El otro orador de un país árabe vecino, el presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, también elogió la "iniciativa de la Alianza de Civilizaciones que busca con fe y abnegación el presidente Zapatero y que contribuirá a dar un nuevo impulso al necesario acercamiento de todos los hombres gracias a la eliminación de los prejuicios".

Buteflika, cuyo país padeció una guerra civil larvada que causó 150.000 muertos en una década, explicó también la receta argelina para vencer a esa lacra. Anunció que ahora consultará al pueblo argelino "mediante un referéndum sobre una nueva ley de amnistía general que servirá para cerrar definitivamente un capítulo doloroso de nuestra historia".

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