Un ejército de pequeños tamborreros
El cielo amenazaba tormenta y mantuvo en vilo durante horas a los donostiarras, pero finalmente permitió que unos 4.500 pequeños soldados cumpliesen su sueño de recorrer las calles de la ciudad en su fiesta patronal, además de las tamborradas de adultos. Distribuidos en 51 compañías -en la imagen Oleta, Berri, de Altza-, tocaron con más entusiasmo que acierto las melodías de Raimundo Sarriegui, entre miles de aplausos. Mientras, en el Ayuntamiento, el cocinero Martín Berasategui recibía emocionado el Tambor de Oro por extender por todo el mundo el buen nombre de San Sebastián....
El cielo amenazaba tormenta y mantuvo en vilo durante horas a los donostiarras, pero finalmente permitió que unos 4.500 pequeños soldados cumpliesen su sueño de recorrer las calles de la ciudad en su fiesta patronal, además de las tamborradas de adultos. Distribuidos en 51 compañías -en la imagen Oleta, Berri, de Altza-, tocaron con más entusiasmo que acierto las melodías de Raimundo Sarriegui, entre miles de aplausos. Mientras, en el Ayuntamiento, el cocinero Martín Berasategui recibía emocionado el Tambor de Oro por extender por todo el mundo el buen nombre de San Sebastián.