La Eurocámara abre el proceso para que los 25 Estados ratifiquen la Constitución
Euroescépticos, comunistas y ultraconservadores quedan aislados en su crítica al nuevo tratado
El Parlamento Europeo dio ayer el pistoletazo de salida para que los 25 países de la UE ratifiquen la Constitución europea. En un debate de más de seis horas, con decenas de intervenciones, los grupos mayoritarios dejaron constancia de su contundente apoyo al nuevo tratado, que hoy se concretará en la votación del informe al respecto elaborado por el español Íñigo Méndez de Vigo (PPE) y el británico Richard Corbett (PSE). El informe "recomienda encarecidamente" a los Estados que ratifiquen la Constitución, y les pide que informen a los ciudadanos de su contenido.
El debate de la Cámara ...
El Parlamento Europeo dio ayer el pistoletazo de salida para que los 25 países de la UE ratifiquen la Constitución europea. En un debate de más de seis horas, con decenas de intervenciones, los grupos mayoritarios dejaron constancia de su contundente apoyo al nuevo tratado, que hoy se concretará en la votación del informe al respecto elaborado por el español Íñigo Méndez de Vigo (PPE) y el británico Richard Corbett (PSE). El informe "recomienda encarecidamente" a los Estados que ratifiquen la Constitución, y les pide que informen a los ciudadanos de su contenido.
El debate de la Cámara incluyó numerosas referencias a España, por ser el primer país en el que se celebrará un referéndum, el 20 de febrero, para ratificar el nuevo Tratado de la UE, una vez que el texto ya ha sido aprobado, pero por vía parlamentaria, en Lituania y Hungría. También estuvo salpicado por algunas referencias explícitas del PP al plan Ibarretxe y a la "amenaza" que supone para la propia estabilidad de la UE, según una declaración difundida por el PPE (Partido Popular Europeo).
Los líderes de los principales grupos anunciaron para hoy un rotundo sí a una Constitución, que supone un avance hacia la unión política de Europa y que, pese a sus carencias o imperfecciones, es mucho más valorado que el hoy vigente Tratado de Niza. Incluso así, euroescépticos, comunistas, ultraconservadores o independentistas (alrededor del 25% de una Cámara de 732 eurodiputados) anunciaron su voto en contra con opiniones como éstas: la Constitución crea "un superestado europeo", no contiene referencias a Dios o la patria, es ultraliberal, no frena la voracidad de los mercados financieros, no reconoce a los pueblos sin Estado...
Corbett y Méndez de Vigo abrieron el pleno con sus exposiciones a favor del sí y con argumentos ante las previsibles críticas. "No estamos creando ese monstruo del superestado", advirtió el británico, sino "la estructura supranacional más democrática del mundo". Para el ponente español, la Constitución es ya "un punto sin retorno" que "sanciona una Europa estable y próspera" tras superar una época de guerras fratricidas que asoló el continente. "Al igual que la Constitución española, la de la concordia, nos permitió avanzar, ésta nos lleva a un proyecto de civilización común", dijo Méndez de Vigo.
En su informe, ambos señalan que el Tratado Constitucional "aportará un marco estable y duradero para el futuro desarrollo de la UE", destacan que aportará "beneficios perceptibles", recuerdan que recoge "la obligación de respetar la identidad nacional de los Estados", afirman que "no debilita la dimensión social [crítica de los socialistas franceses] de la Unión, sino que la fortalece" e insisten en que aporta más claridad, más eficacia, más visibilidad internacional y más derechos ciudadanos a través de recortes múltiples a las posibilidades de veto, la creación de la figura del ministro europeo de Exteriores, el refuerzo de competencias del Parlamento Europeo, la inclusión de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión o las presidencias estables de la UE.
El líder del PPE, el alemán Hans-Gert Poettering, anunció que su grupo (268 escaños) votará mayoritariamente a favor, pero que seguramente no lo harán 40 democristianos que echan de menos una referencia al cristianismo. Por los socialistas, el también alemán Martin Shulz (200 eurodiputados) anunció el sí en bloque, mientras el liberal británico Andrew Duff aseguró que los suyos "lucharán contra la derecha" en el Reino Unido a favor de la Constitución. "Aunque con carencias, este proyecto no tiene alternativa", señaló la verde (42) italiana Mónica Frassoni.
Por Izquierda Unitaria (41), Francis Wurtz rechazó el texto porque no aporta a la UE una defensa adecuada frente al capitalismo más feroz. Con argumentos ultranacionalistas, de rechazo y miedo al supuesto superestado europeo, se expresaron euroescépticos británicos como Jim Allister y ultranacionalistas como el francés Jean-Marie Le Pen. También anunció su rechazo Bernat Joan, de Esquerra Republicana de Catalunya, quien se quejó de no poder hablar en su lengua materna y se expresó en inglés, como también hizo Ignasi Guardans, de Convergencia i Uniò, aunque para decir que apoyaría el texto.
El alemán Elmar Brok (PPE), quien participó en la Convención que redactó el proyecto constitucional, acusó de mentirosos a quienes hablan de superestado. "No se escondan detrás de la Constitución europea", aconsejó al final el ponente Corbett a los críticos que airean problemas que poco o nada, enfatizó, tienen que ver ni con el texto ni con la construcción europea.