EL DEBATE POLÍTICO EN EL PAÍS VASCO

El PSE exige una verificación independiente del sistema de escrutinio

Los plenos de presupuestos en el Parlamento de Vitoria se han convertido desde hace cinco años en una caja de sorpresas. En 2000, en plena tregua de ETA, las cuentas del año siguiente fueron aprobadas con el apoyo de Batasuna.

Al año siguiente, el apoyo parcial de los radicales motivó la aprobación de una ley innominada y troceada que anuló el Tribunal Constitucional en enero de 2003, pocas semanas después de que el retraso de Jaime Mayor Oreja, del PP, permitiera a los nacionalistas e IU sacar adelante las cuentas de ese año en una precipitada votación.

Los presupuestos de 2004 ...

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Los plenos de presupuestos en el Parlamento de Vitoria se han convertido desde hace cinco años en una caja de sorpresas. En 2000, en plena tregua de ETA, las cuentas del año siguiente fueron aprobadas con el apoyo de Batasuna.

Al año siguiente, el apoyo parcial de los radicales motivó la aprobación de una ley innominada y troceada que anuló el Tribunal Constitucional en enero de 2003, pocas semanas después de que el retraso de Jaime Mayor Oreja, del PP, permitiera a los nacionalistas e IU sacar adelante las cuentas de ese año en una precipitada votación.

Los presupuestos de 2004 han sido una prórroga de los del año pasado y los de 2005 quedaron aprobados ayer en una polémica votación que los socialistas intentarán anular por todos los medios, según han anunciado.

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Además del casi seguro recurso a los tribunales, el PSE ha pedido a la Mesa del Parlamento que una empresa independiente verifique el sistema electrónico de votación y, especialmente, el de su parlamentaria que no pudo votar.

"Inaceptable"

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Los populares, que también habían enmendado a la totalidad las cuentas, se sumaron de inmediato a las quejas del PSE. Su portavoz parlamentario, Leopoldo Barreda, exigió una comprobación exhaustiva de la votación y acusó a Atutxa de ponerse al servicio del Gobierno vasco. La votación hace evidente que ha habido un error o un fallo mecánico, dijo Barreda, quien pidió a los servicios jurídicos de la Cámara que estudien el informe de 1991 que preveía este tipo de situaciones.

"Ustedes verán el cómputo de votos. Es verdad que en algún momento ha habido un voto 37, pero no creo que se pueda comprobar que corresponda a la parlamentaria que finalmente no ha votado", agregó el dirigente popular.

Sozialista Abertzaleak también se sumó a las críticas de los otros dos partidos de la oposición. Su parlamentaria Rakel Peña argumentó que lo ocurrido en Vitoria no hubiese pasado en ningún país civilizado del mundo. "Simplemente lo que ha hecho Atutxa es aprovecharse de una situación, de un fallo técnico, con el fin de sacar adelante el proyecto de un Gobierno que no cuenta con la mayoría parlamentaria en estos momentos", indicó.

Para Peña, se trata de un episodio "inaceptable y vergonzoso", una situación "kafkiana" que describe perfectamente cómo el Gobierno y el Parlamento vascos consiguen sus objetivos partidistas gracias al uso exhaustivo de la "trampa y los subterfugios".

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