El estrés multiplica por cuatro el riesgo de asma en niños

El estrés cuadruplica el riesgo de que los niños sufran un ataque de asma; además, les provoca un doble brote de síntomas agudos en un plazo de 48 horas y seis semanas después, de acuerdo con los resultados de un pequeño estudio publicado en la revista Thorax.

Para valorar el estrés infantil, los investigadores pidieron a 60 niños de 6-13 años, que sufrían asma desde hacía al menos tres años, que llevaran diarios durante 18 meses en los que registraban los brotes agudos de asma y su capacidad respiratoria (medida con un espirómetro). Los principales acontecimientos estresantes fu...

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El estrés cuadruplica el riesgo de que los niños sufran un ataque de asma; además, les provoca un doble brote de síntomas agudos en un plazo de 48 horas y seis semanas después, de acuerdo con los resultados de un pequeño estudio publicado en la revista Thorax.

Para valorar el estrés infantil, los investigadores pidieron a 60 niños de 6-13 años, que sufrían asma desde hacía al menos tres años, que llevaran diarios durante 18 meses en los que registraban los brotes agudos de asma y su capacidad respiratoria (medida con un espirómetro). Los principales acontecimientos estresantes fueron el cambio de casa, los nacimientos, las muertes y las partidas, las enfermedades (excluida el asma), las separaciones y los problemas familiares.

Cuando los investigadores analizaron toda la información, llegaron a la conclusión de que los niños tenían cuatro veces más probabilidades de experimentar un empeoramiento repentino de los síntomas en los dos días siguientes al hecho estresante experimentado. Y después de un periodo de estabilización, el riesgo de que los síntomas empeoraran nuevamente se duplicaba transcurridas entre cinco y siete semanas. Los autores insinúan que probablemente los efectos inmediatos y retardados estén causados por procesos fisiológicos e inmunes distintos en los que participe tanto el sistema nervioso autónomo como la regulación de las hormonas y de las sustancias químicas del cerebro.

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