Del impuesto de bienes inmuebles

Señor alcalde: debo decirle que este mes he tenido que dedicar el más que generoso 33% de mi sueldo, que equivale a 248 euros, para pagar mi más que generosa contribución a engordar las arcas municipales a través del llamado impuesto de bienes inmuebles (IBI) que con tanta alegría se ha visto incrementado este año, exactamente un 72% sobre el del pasado ejercicio.

Pero nuestra situación cambiará el año que viene en el que nuestra familia se verá incrementada con un miembro más, fruto de una adopción internacional de cuyos gastos no podremos deducirnos nada en nuestra próxima declaración...

Señor alcalde: debo decirle que este mes he tenido que dedicar el más que generoso 33% de mi sueldo, que equivale a 248 euros, para pagar mi más que generosa contribución a engordar las arcas municipales a través del llamado impuesto de bienes inmuebles (IBI) que con tanta alegría se ha visto incrementado este año, exactamente un 72% sobre el del pasado ejercicio.

Pero nuestra situación cambiará el año que viene en el que nuestra familia se verá incrementada con un miembro más, fruto de una adopción internacional de cuyos gastos no podremos deducirnos nada en nuestra próxima declaración de Hacienda, ni siquiera los gastos del notario.

Pero bueno, el año que viene tendré que volver a destinar tan generoso porcentaje de mi lustroso sueldo para abonarle el IBI de un piso de protección oficial cuyas grietas las hemos tenido que reparar nosotros porque la Comunidad de Madrid de entonces -la de usted, señor Ruiz-Gallardón- fue incapaz de mediar entre los afectados y la empresa constructora y se limitó a cobrar las supuestas multas a la misma por hacer caso omiso de los dictámenes de su Comunidad.