Los ciudadanos ven a los partidos como las entidades más corruptas

Una de cada diez personas admite que ha pagado sobornos este año, según una ONG

Los partidos políticos son percibidos como las instituciones más corruptas en una mayoría de países del mundo. Las formaciones políticas españolas no escapan a esta tendencia. El Barómetro Global de Corrupción 2004, hecho público ayer por la ONG Transparencia Internacional, revela que en 36 de los 62 países encuestados, los ciudadanos reservan su peor nota para las grupos políticos. Detrás vienen los Parlamentos, la Policía, la Justicia y Hacienda.

En una escala de uno -para las instituciones más limpias- a cinco -para las más corruptas- los partidos se llevan la palma con una nota de 4...

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Los partidos políticos son percibidos como las instituciones más corruptas en una mayoría de países del mundo. Las formaciones políticas españolas no escapan a esta tendencia. El Barómetro Global de Corrupción 2004, hecho público ayer por la ONG Transparencia Internacional, revela que en 36 de los 62 países encuestados, los ciudadanos reservan su peor nota para las grupos políticos. Detrás vienen los Parlamentos, la Policía, la Justicia y Hacienda.

En una escala de uno -para las instituciones más limpias- a cinco -para las más corruptas- los partidos se llevan la palma con una nota de 4,0. En el otro extremo, las ONG (2,8) y los grupos religiosos (2,7) aparecen como las entidades de mayor confianza de los más de 50.000 encuestados. Los españoles también consideran que los políticos son los más tramposos, pero se diferencian de la tendencia global al colocar a los medios en segundo puesto, mientras que parecen tener una mayor consideración por la Policía, una institución que en muchos países aparece entre las más corruptas.

"Los partidos tienen que hacer algo para cambiar esta percepción", dijo ayer en Madrid Antonio Garrigues Walker, el presidente de la Fundación Ortega y Gasset, que promueve los trabajos de Transparencia Internacional en España. Garrigues subrayó que en muchas sociedades el problema fundamental, la mayor fuente de pobreza, es la corrupción. El mejor ejemplo, según Jesús Sánchez Lambás, el secretario general de la Fundación, es Argentina, un país que experimentó una larga caída en el siglo XX, esencialmente debido, a su juicio, a la corrupción de sus élites.

Otro dato llamativo del Barómetro es que el 10% de los encuestados reconoce que ellos o algún miembro de su familia han pagado un soborno en el último año. En general, esta práctica parece más extendida en los países pobres -en Camerún, más del 50% de los encuestados admite haber sobornado, mientras que en España sólo son un 2%-, pero hay excepciones: en Lituania, un país de la UE, el 32% de los encuestados admite haber cometido alguna falta.

Como primer paso para luchar contra esta "lacra", el presidente de la sección española de Transparencia Internacional, Jesús Lizcano, insta al Gobierno español a ratificar la Convención de la ONU contra la Corrupción, un instrumento jurídico que refuerza la cooperación internacional y que necesita ser ratificado por 30 países para entrar en vigor (sólo lo han hecho 12). Pero no parece momento para el optimismo. Un 45% de los encuestados espera un aumento de la corrupción en los próximos años, mientras que el 23% espera un descenso.

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