ETA insiste en que Batasuna no respaldará el 'plan Ibarretxe'

ETA ha demostrado que sigue siendo la vanguardia de la izquierda abertzale, la que marca su línea política, a pesar del reciente intento de desmarque de Batasuna. En su boletín Zutabe de noviembre deja claro que la izquierda radical ni acepta ni aceptará el plan Ibarretxe, "un engaño" frente al que Batasuna planteó el domingo pasado en el velódromo de Anoeta, en San Sebastián, una propuesta "renovada". La banda terrorista insiste en "resistir", y advierte de que se debe "reivindicar-exigir" la participación en las próximas elecciones autonómicas.

La organización ter...

ETA ha demostrado que sigue siendo la vanguardia de la izquierda abertzale, la que marca su línea política, a pesar del reciente intento de desmarque de Batasuna. En su boletín Zutabe de noviembre deja claro que la izquierda radical ni acepta ni aceptará el plan Ibarretxe, "un engaño" frente al que Batasuna planteó el domingo pasado en el velódromo de Anoeta, en San Sebastián, una propuesta "renovada". La banda terrorista insiste en "resistir", y advierte de que se debe "reivindicar-exigir" la participación en las próximas elecciones autonómicas.

La organización terrorista tardó sólo un día después del acto político de Anoeta, con el que Batasuna envió un mensaje de apertura, en difundir un comunicado en el que reitera que seguirá utilizando la violencia. En él amenaza a quienes trabajan para las Fuerzas de Seguridad del Estado en el País Vasco. Pero además ayer se conoció públicamente el contenido del último boletín interno de ETA, un Zutabe con el que la banda acostumbra a marcar la línea política y que fue distribuido en Anoeta una vez que los periodistas habían abandonado el recinto.

Fechado en noviembre, ETA reitera en él la validez de la línea mantenida hasta ahora por la izquierda abertzale, especialmente en lo que se refiere a dos prioridades: su negativa tajante al plan Ibarretxe, al que califica de "engaño", y su decisión de dar una "respuesta firme" a la "opresión y represión" que sufre el mundo radical, eufemismo con el que alude al mantenimiento de la violencia o la amenaza. La banda terrorista también advierte a su mundo de que debe superar las tendencias al "repliegue, la clandestinización y la reclusión" y acostumbrarse a nuevos modelos organizativos adecuados a las dificultades en que les ha sumido la ilegalización.

Las críticas al PNV, al que acusa de inclumplir el Pacto de Lizarra, y al plan Ibarretxe son demoledoras y no dejan resquicio a una posible negociación que culminara en el apoyo al plan. Además de considerar que se trata de "un engaño" y calificarlo como "autonomismo divisor", ETA afirma que "la izquierda abertzale no acepta el plan Ibarretxe y no lo aceptará. Seguiremos diciendo no al plan que busca la reforma del Estatuto" de Gernika.

Entre los reproches de la banda a Ibarretxe está el haber anunciado que la consulta se hará en ausencia de violencia. "Él, como siempre, habla de la lucha armada de ETA. Ve un solo lado de las consecuencias del conflicto, no menciona la violencia ni la opresión del Estado", escribe.

Los dirigentes de ETA establecen que el otro reto es el de responder de manera firme a la opresión y represión mandando el "mensaje claro al enemigo" de que la izquierda abertzale "continuará luchando y resistiendo hasta que los derechos del pueblo sean reconocidos". Aclara, incluso, que hay "respuestas especiales" que deben darse: en la denuncia de la dispersión de los presos; en contra de los "electos-ladrones" -en referencia a los concejales que, afirma, ocupan escaños que corresponderían a la izquierda abertzale- así como al sumario 18/98 abierto en la Audiencia Nacional contra las organizaciones radicales.

Finalmente, ETA considera que Batasuna "ha superado con triunfos" las dos citas electorales a las que se ha enfrentado ya ilegalizada. "Ha demostrado capacidad, frescura e iniciativa política para avanzar en las condiciones más difíciles", afirma. Por tanto, debe "reivindicar-exigir sin ningún complejo y firmemente sus derechos políticos".

El Gobierno vasco, que había reconocido "avances" en la propuesta "renovada" de paz que presentó Batasuna el pasado domingo en San Sebastián, aseguró ayer que el comunicado emitido posteriormente por ETA "no supone novedad alguna. Forma parte del discurso al que ETA nos tiene acostumbrados en el pasado". Añadía que "si alguien tiene hoy algo que decir y una posición que tomar y adoptar es Batasuna".

El portavoz socialista en el Parlamento vasco, Rodolfo Ares, aseguró que ETA demuestra con el comunicado su incapacidad para hacer la "mínima autocrítica" y añadió que, ante esta actitud, lo único que cabe es "utilizar todos los instrumentos del Estado de derecho".

[Agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron ayer en Pamplona a un supuesto colaborador de ETA. Con él son 17 los presuntos etarras arrestados en Navarra y el País Vasco en dos días. Sergio Iribarren fue trasladado directamente a Madrid sin pasar por dependencias policiales].