El Gobierno israelí hace gestos de distensión
El Gobierno israelí ha hecho en las últimas horas varios gestos a los palestinos en un intento de favorecer una transición pacífica hacia la democracia que permita después impulsar el proceso de paz. El primer gesto ha sido autorizar a la policía palestina de Ramala para que lleve armas durante los tres días de duelo del presidente Yasir Arafat, dejando así en suspenso una orden del Ministerio de Defensa de hace dos años en la que se prohibía a estas fuerzas de seguridad empuñar cualquier tipo de armas, incluidos revólveres. El segundo gesto ha consistido en aliviar los cierres de las ciudades...
El Gobierno israelí ha hecho en las últimas horas varios gestos a los palestinos en un intento de favorecer una transición pacífica hacia la democracia que permita después impulsar el proceso de paz. El primer gesto ha sido autorizar a la policía palestina de Ramala para que lleve armas durante los tres días de duelo del presidente Yasir Arafat, dejando así en suspenso una orden del Ministerio de Defensa de hace dos años en la que se prohibía a estas fuerzas de seguridad empuñar cualquier tipo de armas, incluidos revólveres. El segundo gesto ha consistido en aliviar los cierres de las ciudades de Cisjordania, especialmente el paso de Calandia, que comunica Ramala con Jerusalén, uno de los más transitados y duros de los territorios palestinos. El asedio de las ciudades palestinas será mitigado, menos en Nablús y Yenin.
En medios gubernamentales israelíes no se descartan otros gestos de distensión en los próximos días, entre los que se encuentra la hipotética liberación del líder de Al Fatah en Cisjordania, Maruan Barguti, a cambio de un hombre de negocios israelí acusado de espionaje, encarcelado en una prisión de El Cairo. En la operación de canje se han implicado representantes de la UE y de EE UU.
"Estamos haciendo con los palestinos la mejor cooperación en materia de seguridad después de mucho tiempo", aseguró ayer el jefe del Estado Mayor israelí, el general Moshe Yaalon, en el transcurso de la reunión del Gobierno que todos los domingos celebra el Ejecutivo de Ariel Sharon en su despacho de Jerusalén. Sin embargo, esta cooperación parece tener unos límites muy estrechos que en todo momento fijan los ministros pertenecientes al sector de la extrema derecha, opuestos a cualquier entendimiento con los palestinos.