Cartas al director

Theo van Gogh

Al final del artículo del miércoles 3 de noviembre, página 14, sobre el asesinato de Theo van Gogh, se dice que algunos críticos consideraron una de sus películas "fascista y misógina". Así se sugiere que Van Gogh tenía ideas fascistas. No las tenía en absoluto. Era un provocador y, desde mi punto de vista, raramente tenía razón, pero luchaba por la libertad de expresión. Odiaba la hipocresía y la intolerancia.

Paradójicamente, por eso era muy intolerante contra los aspectos extremos del cristianismo y (aún más) del islam. En Holanda ha habido muchos autores que han criticado (y hasta i...

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Al final del artículo del miércoles 3 de noviembre, página 14, sobre el asesinato de Theo van Gogh, se dice que algunos críticos consideraron una de sus películas "fascista y misógina". Así se sugiere que Van Gogh tenía ideas fascistas. No las tenía en absoluto. Era un provocador y, desde mi punto de vista, raramente tenía razón, pero luchaba por la libertad de expresión. Odiaba la hipocresía y la intolerancia.

Paradójicamente, por eso era muy intolerante contra los aspectos extremos del cristianismo y (aún más) del islam. En Holanda ha habido muchos autores que han criticado (y hasta insultado) el cristianismo, la Iglesia, el Gobierno...

Hasta hace poco, siempre había sido posible sin asesinatos.

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Van Gogh hizo la película Submission con Hirsi Ali (una refugiada somalí que se puede considerar experta en el fundamentalismo islámico) para atacar la intolerancia del islam fundamentalista respecto a las mujeres, y subrayando la falta de autocrítica en esta cultura. (Un buen ejemplo de esa misma intolerancia es que Hirsi Ali lleva dos años bajo protección policial por recibir amenazas de muerte).

Tampoco Pim Fortuyn era ni "ultraconservador" ni "ultraderechista", como se publicó. Se puede discutir sobre lo que sí era. Desde mi punto de vista, era un populista, no muy inteligente pero con cierta gracia, que intentaba combatir los tabúes político-correctos que había en Holanda sobre algunos problemas a los que nos enfrentamos allí con respecto a la inmigración desde países árabes. No estaba yo de acuerdo casi nunca ni con las conclusiones ni con los argumentos ni de Van Gogh ni de Fortuyn, pero tampoco estoy de acuerdo con sugerir que eran fascistas o ultraderechistas. Los fascistas eran los que les mataron.

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