Los ediles del PSOE se echan a la calle para denunciar "la brutal subida" del IBI

Varios concejales socialistas, encabezados por la portavoz del grupo municipal, Trinidad Jiménez, comenzaron ayer una campaña que llegará a los 21 distritos de la ciudad para denunciar la "brutal subida de impuestos" y, en concreto, la del impuesto de bienes inmuebles (IBI)". Como punto de partida, el grupo socialista eligió el mercado de Doña Carlota, en Puente de Vallecas, donde repartió folletos en los que se denuncia que el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón (PP), ha subido "hasta un 80% el IBI de este año".

Esta acusación es, para el concejal de Hacienda, Juan Bravo, pura "demagogia",...

Varios concejales socialistas, encabezados por la portavoz del grupo municipal, Trinidad Jiménez, comenzaron ayer una campaña que llegará a los 21 distritos de la ciudad para denunciar la "brutal subida de impuestos" y, en concreto, la del impuesto de bienes inmuebles (IBI)". Como punto de partida, el grupo socialista eligió el mercado de Doña Carlota, en Puente de Vallecas, donde repartió folletos en los que se denuncia que el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón (PP), ha subido "hasta un 80% el IBI de este año".

Esta acusación es, para el concejal de Hacienda, Juan Bravo, pura "demagogia", pues afirma que la subida media para el 90% de los madrileños ha sido de 35 euros. Además, aseguró que con esta medida lo que hace el Ayuntamiento es aplicar la ley, que le obliga a no mantener más de tres años las bonificaciones (descuentos) que aplicó el anterior alcalde, José María Álvarez del Manzano, para "atemperar" la subida que se produce en el cobro del impuesto cuando se ajusta a la revisión del valor catastral de las viviendas.

No es lo que opina Jiménez, quien se dirigió a los comerciantes y clientes del mercado para explicarles cómo les afecta la subida y conocer de primera mano si han notado en sus recibos el aumento del IBI.

"Hay familias con ingresos entre 300 y 400 euros a las que se ha expuesto a una subida de 60 euros ¿Qué economía puede soportar eso?", se preguntaba Jiménez a las puertas del mercado. Por eso, pidió a Gallardón que "reaccione y evite que siga subiendo el IBI", porque "en política, no pasa nada por rectificar". Y a los madrileños les reclamó "que se manifiesten masivamente en contra de la subida de impuestos".

"Si ese dinero fuera destinado a políticas sociales, podríamos rebajar la crítica. Pero va a ir a sufragar el pago de los 400 cargos de confianza nombrados por el señor Gallardón; a pagar el alquiler de edificios municipales para que Gallardón se sienta suficientemente representado en edificios representativos, y a obras muy polémicas, muy costosas y que van a crear mucho caos, como las de la M-30", afirmó la portavoz socialista. Con ella estuvieron los concejales socialistas Óscar Iglesias, Pedro Zerolo, Rafael Merino, Pilar Estébanez, Pedro Sánchez y Ramón Silva. En su nombre, Jiménez aseguró a los vecinos de Puente de Vallecas que quieren ser "la voz de la gente y elevar sus quejas públicamente"."¿Qué dice la gente del IBI?", le preguntó Trinidad Jiménez a José Antonio Fernández, dueño de un puesto de congelados en el mercado de Doña Carlota. "Pues que es una salvajada", le respondió éste. "Pagan unos 30 euros". Y la concejal le contestó: "Una subida de 30 euros cuando se cobra una pensión es una barbaridad. A ver si sensibilizamos a la gente, para que el señor Gallardón reaccione".

Unos puestos más allá, María Ayllón, de 71 años, leía con incredulidad el tríptico que le había entregado Jiménez. "Nos han subido los impuestos y nos cogió de sorpresa. Le he dicho [a la concejal] que mi marido cobra pensión y yo nada. Pero no sé qué puedo hacer", se lamentaba. "Ella me ha dado este número para que llame y me ayuden". Y mostraba la tarjeta de visita de Rafael Merino, edil del distrito.

Mientras, Jiménez y su séquito de concejales y militantes socialistas del barrio de Puente de Vallecas se paraban en cada puesto, saludaban al comerciante y a los clientes, y repartían algunos de los 150.000 folletos que tienen previsto entregar estos días.

Más allá, otra mujer se quejaba: "Para ser madrileño y alcalde, Gallardón no se está portando bien con los vecinos".

A su paso por el puesto de casquería Paco e Hijos, uno de los dependientes le espetó a la concejal socialista: "¡A ver si prometemos menos y hacemos más!, ¿sabe lo que le digo?". Y, luego, tras escuchar la cantinela que la portavoz socialista repetía en cada tienda -que el Ayuntamiento va a ingresar este año 400 millones de euros más por la subida de impuestos, que sube más el IBI en los pisos de menos valor catastral, "los más modestos", que los próximos años continuarán las subidas...-, le dijo: "Sí, que quitar impuestos es lo que hay que hacer".

Pero la concejal socialista no le daba tregua: "¿Y notáis en las ventas la subida?". "Pues sí", respondió el comerciante. "Si mira alrededor, hay muchos puestos cerrados, y cada vez cierran más, porque están las grandes superficies... Pero, ya sabe, hay que pagar muchos impuestos". Así que Jiménez acabó barriendo para casa, y en dirección a la política nacional: "A ver si Zapatero pone en marcha el plan de autónomos y se les mejoran las cosas".

Los próximos días, los concejales y vocales de distrito socialistas seguirán los pasos de su portavoz municipal, pues piensan mantener la campaña al menos hasta diciembre, cuando está previsto que sean aprobados los Presupuestos municipales. "Si insiste el alcalde en subir los impuestos, la mantendremos", aseguró Jiménez.

"Queremos ser la voz de la gente para elevar sus quejas públicamente y que, ante este clamor popular, el señor Ruiz-Gallardón tenga la suficiente sensibilidad para ser capaz de reaccionar y rectificar", prosiguió Jiménez. Ésta considera que el alcalde "no puede realizar esta subida de impuestos sin tener en cuenta las dificultades que atraviesan muchos madrileños".

El concejal de Hacienda, Juan Bravo (PP), tildó la campaña del PSOE de "despropósito", a la vez que añadió que este partido "se está metiendo en un berenjenal del que no va a poder salir". El edil explicó que la mayor parte del incremento del impuesto se debe al ajuste del valor catastral, que se hace cada 10 años. En 1992 esa revisión tuvo, según asegura, "muchos errores" y asignó valores muy bajos a muchas viviendas. Cuando 10 años después se hizo la nueva revisión a la que obliga la ley, esta vez con más medios y menos margen de error (entre otras cosas, fue una revisión completamente informatizada), en algunos casos "se produjeron diferencias brutales".

Pero además, por ley, añade Bravo, las viviendas deben ajustarse al final de ese decenio al nuevo valor catastral. "Es como si en 2004 uno tuviera que hacer la renta de 1994. Es extraño, pero es lo que dice la ley", agrega. Se permitía a Madrid y Barcelona aplicar bonificaciones (descuentos) durante los primeros tres años y eso fue lo que hizo el anterior alcalde, José María Álvarez del Manzano. Ahora Gallardón ha quitado esas bonificaciones, "pero el alcalde lo que hace es aplicar la ley", proclama Bravo.