Columna

Tierra de comediantes

Vivimos tiempos de cambio. ¿Y cuándo no?, se pregunta cualquier persona hecha. En efecto, siempre vivimos en estado de cambio. Walter Benjamin hablaba del endemoniado Ángel de la historia que va destruyendo a los débiles y contra el que éstos deben rebelarse. Pero no es éste el caso a comentar aquí -aunque, si no nos andamos con ojo, lo será en poco tiempo: pienso, en concreto, en la lúcida y valiente actitud de Emilio Guevara, que merece un comentario más extenso-. Cuando hablo de tiempos de cambio, me refiero a esos momentos críticos en que o te enganchas al fluir de los acontecimi...

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Vivimos tiempos de cambio. ¿Y cuándo no?, se pregunta cualquier persona hecha. En efecto, siempre vivimos en estado de cambio. Walter Benjamin hablaba del endemoniado Ángel de la historia que va destruyendo a los débiles y contra el que éstos deben rebelarse. Pero no es éste el caso a comentar aquí -aunque, si no nos andamos con ojo, lo será en poco tiempo: pienso, en concreto, en la lúcida y valiente actitud de Emilio Guevara, que merece un comentario más extenso-. Cuando hablo de tiempos de cambio, me refiero a esos momentos críticos en que o te enganchas al fluir de los acontecimientos o estos te arrollan.; tiempos para idear, rehacer, pero no para fantasear (la famosa imaginación que algunos han utilizado hasta la náusea).

No darse cuenta de ello lleva a la esclerosis, o a que se desarrollen extrañas personalidades que hoy recorren el mundo dando conferencias, como ocurre con el ex presidente Aznar. Pero tampoco se trata de eso. Porque lo que quiero ahora y en este papel es hablar de la fantasía que se come a sus muertos. Hoy y aquí vivimos en un territorio de comediantes sin reputación ni alegría, gente vacía que ignora lo que se hace. Cuando las fuerzas legítimas de la sociedad van, paso a paso, callando (años de una amenaza difusa, que siempre podría materializarse), queda el vacío.

Cuando intento entrar en Internet, lo primero que veo es un anuncio de "Whiskas, comida para gatos". Naturalmente, uno es serio y busca cosas serias en Internet y, sobre todo, no tiene gatos.) ¿Un virus en mi ordenador? Sin duda. Hay un virus que recorre Euskadi, y es el virus de "Whiskas, comida para gatos", una broma para menores de edad, un virus que rellena un país vacío, gobernado por comediantes.

Socorro. ¿Cómo puede decir el lehendakari de mi comunidad, mi-nuestro presidente, que la sanidad o nuestra inversión pública es mucho mejor en este País (lo pondré con mayúscula) desde 1980, y a continuación renegar de lo que ha hecho posible eso (el Estatuto y los Conciertos)? ¿Es acaso resultado de algún cromosoma-eficaz que poseemos sólo los vascos? ¿Cómo puede ignorar mi lehendakari de ese modo la historia? El 25 de octubre es fecha señalada para los nacionalistas de 1901 y para los liberales españoles de 1839 (fíjense en las fechas). Los primeros, realizaron un arreglo interno, de partido, entre radicales y moderados para poderse entender. Los segundos ofrecieron la posibilidad al territorio de constitucionalizar los fueros vascos en la España liberal; a la España que nacía. Y mira que había fueros en Europa, que los liberales, más bien jacobinos, destrozaron; pongamos los de la Corona de Aragón. Se hablaba, sí, del reconocimiento de los fueros dentro de "la unidad constitucional de la monarquía", según frase de Ibarretxe, quien, a pesar de haber estudiado en la UPV-EHU, no sabe que ésa era una garantía de igualdad individual frente al Antiguo Régimen y no un asunto territorial. Socorro. ¿Cómo puede decir el lehendakari, mi presidente, que un tercer 25 de octubre a destacar sea ese cómico-infame del 2003 en el que él y su Plan fueron protagonistas. Sobran comentarios.

Cuando el intento de rellenar un vacío se realiza a expensas de toda inteligencia y reputación, sólo sobre la base de una personalidad histriónica y poco cabal, cuando se emplea la legitimidad del Estatuto para renegar de él (ése que nos ha dado una mejor sanidad y una buena administración), o se cree "seriamente" en una capacidad innata (algún cromosoma selecto heredado de alguna de las siete mujeres de Europa, de las que hablara Günter Grass), o se cree en un orden político, el Estatuto consensuado en el País Vasco en 1978-1980. Decidan ustedes.

O aparece mi lehendakari el jueves en la reunión de presidentes autónomos o le voy a ir retirando mi confianza. Digo. Una de la de tantos vasquitos y neskitas de a pie a las que dice que quiere dar la voz. Es cosa suya.

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