Entrevista:Rafael Gumucio | MAPA LITERARIO DE CHILE

"La historia sobrepasa a los escritores"

Ácido y ágil, Rafael Gumucio no hace concesiones ni a la corrección política ni al nacionalismo político o literario. Buena parte de sus crónicas periodísticas ponen en evidencia las contradicciones de una generación, la de sus padres, que maquilla su ejercicio del poder con una retórica supuestamente contestataria.

1. Creo que la historia reciente de Chile sobrepasa la capacidad de sus narradores. Un país que se precia de ser pequeño y provinciano y ha vivido tres revoluciones (una democratacristiana, una socialista, una neoliberal), un país que siempre ha vivido del mito de que...

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Ácido y ágil, Rafael Gumucio no hace concesiones ni a la corrección política ni al nacionalismo político o literario. Buena parte de sus crónicas periodísticas ponen en evidencia las contradicciones de una generación, la de sus padres, que maquilla su ejercicio del poder con una retórica supuestamente contestataria.

1. Creo que la historia reciente de Chile sobrepasa la capacidad de sus narradores. Un país que se precia de ser pequeño y provinciano y ha vivido tres revoluciones (una democratacristiana, una socialista, una neoliberal), un país que siempre ha vivido del mito de que aquí no pasa nada, ha visto que, sin cambiar su amor central por las leyes y la mediocridad, todos los sueños y pesadillas lationamericanas se han encarnado en el suelo, sólo puede producir desconcierto. Es la sensación que queda al leer a los escritores chilenos medianamente actuales, la del desconcierto ante una historia enorme de la que nunca supimos más que pedazos, retazos, sinomas, pero nunca la enfermedad. El refugio ante el desconcierto ha sido la vida personal, la confesión medianamente lírica de una adolescencia alargada, o en el caso de Germán Marín, el que mejor ha asumido estos temas, el progresivo delirio y deterioro de la conciencia moral y estética de sus personajes.

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2. Donoso, primero como ejemplo y después como contraejemplo; Edward como su antídoto más saludable; Antonio Skármeta que hizo entrar de una gran bocanada de aire fresco; toda la gran poesía de los cincuenta y sesenta (Linh, Tellier, Parra, Uribe); Germán Marín, maestro tanto en el ring de la escritura como fuera de él; Fuguet; Bolaño ahora. Aunque pienso que todos los escritores chilenos somos hijos de Manuel Rojas y su Hijo de Ladron, y en menor medida de las crónicas de Joaquín Edward Bello.

3. Yo creo que Macondo esta mucho más cerca de la tradición norteamericana (Faulkner, Sherwood Anderson) que McOndo (que no es más que un acercamiento a lo que ya hizo Vargas Llosa). La literatura chilena nunca tuvo nada que ver con ninguno de los dos pueblos imaginarios, sino con una cierta estética de la pobreza, cierto barroquismo miserable, lirismo desatado entrecortado de sarcasmos y de ironía.

Rafael Gumucio (Santiago, 1970) es autor de Memorias prematuras y Comedia nupcial (ambos en Debate).

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