Entrevista:RECEP TAYYIP ERDOGAN | Primer ministro de Turquía | EL INGRESO DE TURQUÍA

"El único fin que aceptamos es la adhesión"

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, habla sobre la plena pertenencia de su país a la UE, los miedos de los europeos y la "globalización de la paz".

Pregunta. En este momento Bruselas se está decantando hacia el a la apertura de negociaciones de ingreso de Turquía en la Unión Europea, pero se trata de un con condiciones. Europa quiere negociar con Turquía "abierta a cualquier posible resultado", es decir, trata de evitar iniciar un proceso que desemboque automáticamente en la incorporación con plenos derechos. ¿Está dispuesto a aceptarlo?

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El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, habla sobre la plena pertenencia de su país a la UE, los miedos de los europeos y la "globalización de la paz".

Pregunta. En este momento Bruselas se está decantando hacia el a la apertura de negociaciones de ingreso de Turquía en la Unión Europea, pero se trata de un con condiciones. Europa quiere negociar con Turquía "abierta a cualquier posible resultado", es decir, trata de evitar iniciar un proceso que desemboque automáticamente en la incorporación con plenos derechos. ¿Está dispuesto a aceptarlo?

Respuesta. El único objetivo que aceptamos como fin de las negociaciones es la pertenencia con plenos derechos. Para nosotros no cabe una tercera vía, ni la participación sujeta a condiciones, ni ninguna solución de este tipo. El mero hecho de sacar estas posibilidades a colación constituye una falta de seriedad. No cabe duda de que la propia idea de negociación implica el poder hablar de todas las cuestiones pendientes sin restricción alguna, de todos los parámetros que definen el cumplimiento de los criterios de Copenhague y de Maastricht. Pero de lo que se trata es de analizar hasta qué punto hemos conseguido poner en práctica los requisitos legales exigidos. Si al final todos los miembros de la Unión consideran que se cumplen estos criterios, pasaremos a ser miembros de pleno derecho. Las negociaciones no tienen otro objetivo que éste.

"Turquía está en vías de convertirse en un miembro de la Unión Europea, y eso ya no tiene vuelta atrás"
"El mundo islámico seguirá con atención las negociaciones entre Turquía y la UE. Si tienen un resultado positivo el efecto será inmenso"
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P. A los escépticos europeos les gustaría dejar vía libre a una posible retirada: si ambas partes aceptan el resultado de las negociaciones, Turquía se convertirá en miembro de pleno derecho, pero no será así en el momento en que una de las partes no esté de acuerdo.

R. Pero es que la cuestión no es ésa. Turquía está en vías de convertirse en miembro de la UE, y eso ya no tiene vuelta atrás. A lo largo de las negociaciones se concretarán cuáles son las condiciones que todavía no cumplimos, pero la cuestión que se está abordando aquí no es la de si llegará o no el día en que seamos miembros de pleno derecho. Podemos discutir acerca de cuánto tiempo llevarán estas negociaciones. Aún no se sabe si van a durar 5, 7 o 10 años, esa cuestión aún está abierta.

P. ¿Conoce ya el contenido de la recomendación que aprobará esta semana la Comisión?

R. Como es natural, sólo tendré conocimiento de la misma cuando se publique el informe. Pero damos por seguro que se tratará de una recomendación positiva.

P. El presidente francés, Jacques Chirac, ha dejado claro que quiere sacar adelante la Constitución Europea antes de que Bruselas pase a ocuparse de Turquía. Pero esto no ocurrirá antes de finales de 2005. ¿Podría aceptar ese aplazamiento del inicio de las negociaciones?

R. Eso es imposible desde todo punto de vista. En la Cumbre de Copenhague del año 2002 se nos garantizó que la decisión se tomaría en diciembre de 2004. En concreto, se nos prometió que si desde entonces hasta la celebración de la cumbre del próximo 17 de diciembre conseguíamos satisfacer los criterios políticos requeridos para entablar conversaciones de ingreso, las negociaciones darían comienzo y además "sin demora". El comunicado final de Copenhague abordó la cuestión en esos términos. Y durante mi visita a Bruselas a finales de septiembre, Günter Verheugen, el comisario encargado de la ampliación, dijo que ya no quedaban problemas pendientes sobre la mesa. Eso lo dice Verheugen, que, debido a su condición de ponente, probablemente sea la persona más versada en la materia.

P. Pero en la cumbre de diciembre va a necesitar algo más que las promesas de Verheugen; necesitará la aprobación de los 25 jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea.

R. Los conozco y doy por sentado que estos 25 amigos, estos jefes de Estado y de Gobierno, cumplirán su promesa. Y espero que el 17 de diciembre se diga la última palabra al respecto. En el momento en que den comienzo las negociaciones tendremos una nueva Unión Europea, y una nueva Turquía. Y tendremos que trabajar aún más duro de lo que lo hemos hecho hasta ahora.

P. Pero quedan cuestiones sin resolver por ambas partes. ¿Cuál es para usted el motivo más importante que justifica su ingreso en la Unión?

R. En primer lugar, la propia geografía nos enseña que Turquía es parte del continente europeo. Turquía es la última puerta de paso de Europa a Asia y es la puerta de paso de Asia a Europa. Si la Unión Europea pretende ser una unión política y no un club cristiano, si tiene como objetivo la convergencia de civilizaciones, no cabe duda de que Turquía debe formar parte de ella.

P. Un nuevo miembro de la UE que es más grande que los 10 países que entraron en mayo de 2004 y que aportará a Europa casi la misma cantidad de ciudadanos, ¿comprende por qué los europeos tienen reparos?

R. Pero tenemos embajadores que llevan ya mucho tiempo representándonos en Europa. En la UE viven casi cuatro millones de turcos, sólo en Alemania hay dos millones y medio, contando con los 700.000 que han adquirido la nacionalidad alemana. Lo que nos queda por hacer es bastante sencillo, se trata simplemente de concluir el procedimiento legal que acompaña a este proceso de facto. Queremos convertirnos en miembros de la familia europea dentro del marco legal y dar un nuevo impulso a la integración europea.

P. Es evidente que del lado europeo las resistencias que se detectan estos días no dependen tanto de los hechos como de un estado de ánimo psicológico generalizado, vinculado al terrorismo islamista del 11 de septiembre de 2001. Muchos europeos piensan que los turcos son musulmanes y, por tanto, posiblemente peligrosos.

R. En todos los pueblos y en todos los países hay terroristas cuyas acciones rechazamos. ¿O es que no tienen ustedes terrorismo en el mundo cristiano?

P. Claro que sí, pero últimamente la mayoría de los terroristas proceden del mundo islámico.

R. El terrorismo existe y ha existido siempre en el ámbito del cristianismo, del judaísmo y en el de las restantes religiones. No debemos confundir los terroristas de fe islámica con esa fe en sí misma. Ninguna religión legitima el terrorismo porque ninguna consiente la muerte violenta de un ser humano.

P. Eso no lo discute nadie con sentido común. Pero las emociones arrastran al hombre más allá del sentido común...

R. ... y para salvar esos obstáculos emocionales tenemos que aprovechar los años de negociaciones. La totalidad del mundo islámico -1.300 millones de personas- seguirá con atención las conversaciones que mantendrán Turquía y la UE. Si estas conversaciones tienen un resultado positivo, el efecto psicológico será inmenso. Turquía se convertirá en un puente perfecto entre civilizaciones. De lo que se trata ahora es de globalizar la paz. Y Turquía es una de las fuerzas más importantes dentro de este proceso. Turquía ha interiorizado la democracia aunando los valores religiosos con la democracia y el laicismo. Por eso contribuirá a superar los antagonismos psicológicos entre culturas.

Traducción de News Clips.

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan.REUTERS

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