Barcelona concederá "cheques de inclusión social" a personas en situación de precariedad

Giro político a la vista, al menos en intenciones. El Ayuntamiento de Barcelona tiene previsto dar un viraje y desarrollar una política más social. A finales de este año el consistorio tiene previsto aprobar un plan local de inclusión social que prevé, entre otras cuestiones, la puesta en circulación de un "cheque de inclusión" para personas en situación de soledad o exclusión. El cheque, que significaría una ayuda financiera aún por especificar, "sería una forma específica de acceso a la red de servicios sociales", explicó ayer en el Fórum Ricard Gomà, concejal de Bienestar Social.

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Giro político a la vista, al menos en intenciones. El Ayuntamiento de Barcelona tiene previsto dar un viraje y desarrollar una política más social. A finales de este año el consistorio tiene previsto aprobar un plan local de inclusión social que prevé, entre otras cuestiones, la puesta en circulación de un "cheque de inclusión" para personas en situación de soledad o exclusión. El cheque, que significaría una ayuda financiera aún por especificar, "sería una forma específica de acceso a la red de servicios sociales", explicó ayer en el Fórum Ricard Gomà, concejal de Bienestar Social.

Ricard Gomà señaló ayer en el diálogo sobre derechos emergentes del Fórum que el objetivo del consistorio a largo plazo es "de pobreza cero". Y es que, según reconoció, el Ayuntamiento anda preocupado por los últimos datos sobre la población de la ciudad, ya que estiman que el 10% de la misma vive en situación de pobreza, y otro 10%, en situación de precariedad. "En la actualidad no hay retroceso en el Estado de bienestar, pero sí hay un déficit de inclusividad a causa del predominio del pensamiento neoliberal", explicó Gomà, para quien los cambios sociales están generando nuevos factores emergentes de riesgo de exclusión, como "el origen étnico, la situación de soledad y el tipo de vivienda donde habitan". El concejal subrayó que actualmente en Barcelona las tasas más elevadas de precariedad se dan en familias monoparentales, normalmente de una mujer con niños pequeños a su cargo, o en las personas de avanzada edad que viven solas, "por lo que hay que reorientar el modelo público de lucha contra la pobreza". Otra de las nuevas políticas del gobierno municipal, que prevén frenar esta tendencia, es incrementar las rentas mínimas de inserción.

Respecto a la implantación de la renta básica en Cataluña -un importe modesto pero suficiente para cubrir las principales necesidades a pagar para todas las personas como derecho en su condición de ciudadanos-, el consejero de Economía, Antoni Castells, refrendó ayer en el Fórum el "firme compromiso" de la Generalitat por "avanzar hacia la redefinición de la actual renta mínima de inserción para que se convierta en una renta básica" para todos los ciudadanos "por el simple hecho de serlo". Castells subrayó ayer el "especial interés y receptividad del Gobierno" catalán por esta propuesta, que se incluye dentro de los acuerdos del Tinell -fundacionales del pacto de izquierdas para Cataluña-, como muestra de una "sensibilidad y predisposición" que consideró "obligatoria para un Gobierno de izquierdas y progresista". El consejero, sin embargo, explicó que la puesta en marcha efectiva de la renta básica no es necesariamente un compromiso para esta legislatura.