La Administración cerrará chiringuitos de playa por el riesgo de desprendimientos

La implantación de señales de advertencia de desprendimientos en más de una veintena de calas agrestes de la Costa Brava no comportará en ningún caso su cierre al público. No obstante, se han restringido las licencias de chiringuitos de playa en zonas sensibles a los desprendimientos. En algunas playas, los chiringuitos han cambiado de ubicación para alejarse de las paredes rocosas y en otras simplemente se ha prohibido su presencia. A pesar de que la Delegación de Costas no prevé cerrar ninguna cala, la playa de El Golfet, en Calella de Palafrugell (Baix Empordà), continúa con su camino de ac...

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La implantación de señales de advertencia de desprendimientos en más de una veintena de calas agrestes de la Costa Brava no comportará en ningún caso su cierre al público. No obstante, se han restringido las licencias de chiringuitos de playa en zonas sensibles a los desprendimientos. En algunas playas, los chiringuitos han cambiado de ubicación para alejarse de las paredes rocosas y en otras simplemente se ha prohibido su presencia. A pesar de que la Delegación de Costas no prevé cerrar ninguna cala, la playa de El Golfet, en Calella de Palafrugell (Baix Empordà), continúa con su camino de acceso bloqueado por un importante desprendimiento de rocas.

Entre las instalaciones de chiringuitos de playa que la Delegación de Costas ha denegado se encuentran los de las calas de Illa Roja y Platja Fonda, en el municipio de Begur (Baix Empordà). La prohibición ha sido muy criticada por el consistorio, que ve en la medida el intento de quitarse de encima cualquier responsabilidad ante el riesgo de desprendimientos.

Desde los ayuntamientos y el sector turístico se ha criticado la escasa diligencia de la Administración central para hacer frente a los problemas derivados de los desprendimientos. La Subdelegación del Gobierno en Girona prometió actuaciones a corto plazo para provocar la caída controlada de rocas inestables que supongan un peligro inminente. La medida llega cuando las playas empiezan a llenarse de bañistas.

A pesar de existir una cierta psicosis originada por el desprendimiento que el pasado verano se produjo en la cala del Senyor Ramon de Santa Cristina d'Aro (Baix Empordà), en el que fallecieron dos personas que se encontraban en un chiringuito, las autoridades de Costas mantienen que el riesgo no ha aumentado y es el habitual en una zona complicada desde el punto de vista geológico.

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