España adoptará un índice de precios de vivienda que no incluye el suelo

Bruselas estudia incorporar la evolución de los pisos en propiedad en el IPC

La vivienda, pese a ser el principal gasto familiar, no tiene apenas reflejo en las estadísticas de precios. La UE quiere remediar ese problema y a través de Eurostat, la oficina estadística comunitaria, ha impulsado la elaboración de un índice de precios de la vivienda en propiedad que no incluirá el impacto del suelo. Los expertos de cuatro países, entre ellos España, que realiza los trabajos, no descarta incorporar este indicador tanto a la inflación comunitaria como a la de cada uno de los países. Sólo cuatro de los doce miembros de la zona euro incluyen a la vivienda en propiedad en su IP...

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La vivienda, pese a ser el principal gasto familiar, no tiene apenas reflejo en las estadísticas de precios. La UE quiere remediar ese problema y a través de Eurostat, la oficina estadística comunitaria, ha impulsado la elaboración de un índice de precios de la vivienda en propiedad que no incluirá el impacto del suelo. Los expertos de cuatro países, entre ellos España, que realiza los trabajos, no descarta incorporar este indicador tanto a la inflación comunitaria como a la de cada uno de los países. Sólo cuatro de los doce miembros de la zona euro incluyen a la vivienda en propiedad en su IPC.

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La escalada del precio de la vivienda constituye ahora un riesgo para la economía española y de otros países de la Unión Europea (UE). Sin embargo, no existen índices estadísticos plenamente solventes, ni tampoco datos realmente homogéneos en el área comunitaria, sobre por cuánto se compra un piso. Para paliar esa deficiencia, el Instituto Nacional de Estadística (INE) participa junto a los organismos homólogos de Austria, Reino Unido y Finlandia en un grupo de trabajo -promovido por Eurostat y alentado también desde el Banco Central Europeo- que busca criterios comunes para medir los precios de los pisos y acabar con el agujero estadístico de la vivienda.

Aunque no haya un reconocimiento oficial, el fin último de este estudio puede ser la inclusión de los precios de los pisos en propiedad en el IPC. Y es que, pese al creciente peso que representa en el gasto familiar la adquisición de una vivienda, ésta no computa en la elaboración del IPC español, que sólo tiene en cuenta la evolución del alquiler.

Alemania, Irlanda, Holanda y Finlandia son los únicos cuatro países de la zona euro que incluyen los precios de la vivienda en propiedad, con diferentes métodos, en sus IPC nacionales. Cuando estos países entregan a Eurostat los datos para elaborar la inflación armonizada tienen que quitar ese componente.

La primera decisión del grupo de trabajo consiste en elaborar un índice autónomo de adquisición de vivienda propio de cada país para luego hacer la media europea. Además, en una reunión celebrada a finales del mes pasado, se acordó que se amplíe de momento a otros cuatro países. Este IPC inmobiliario debe estar listo, si no surgen problemas, para 2007.

La principal novedad es que ese indicador no tendrá en cuenta el efecto del suelo que, sin embargo, ha sido señalado como el mayor responsable del encarecimiento ininterrumpido del precio de la vivienda en España. Los precios se han más que duplicado desde finales de 1997. Se calcula que el suelo supone ya el 50% del coste final de un piso y que su precio, según las firmas de tasación, se ha disparado más de un 120% en los últimos seis años.

"El cálculo será neto porque se ha considerado que los terrenos son el componente más volátil y el más que dificultades ofrece a la hora de recoger información", explica Mariano Gómez Moral, director general de Productos Estadísticos del INE.

El grupo de trabajo impulsado por Eurostat se ha encontrado muchas limitaciones como esta a la hora de elaborar las estadísticas del precio de la vivienda. Otra de las conclusiones de la reunión de mayo fue la complejidad para plasmar en datos estadísticos la evolución del precio de la vivienda.

Pero el grupo, que deberá presentar sus conclusiones a finales de 2005, no quiere que estos impedimentos frenen el proyecto.También debe decidirse si el índice será mensual o trimestral, y qué fuentes se tomarán como base para elaborarlo: las tasadoras, punto de referencia en la actualidad del Ministerio de Vivienda para calcular el precio de los pisos, o bien las propias promotoras inmobiliarias.

Decisión en 2006

El objetivo a largo plazo, según la agenda de la Comisión Europea, es estudiar la viabilidad de incorporar este índice en el IPC armonizado de la UE para 2009. Los países miembros deberán tomar esta decisión, en principio, a finales de 2006. Con el actual boom inmobiliario español, esta medida podría agrandar el diferencial de precios de España con la UE. El INE asegura que es imposible calcular el impacto, pero expertos consultados calculan que añadiría entre medio y un punto al IPC español con la actual escalada del precio de los pisos.

El IPC español sólo tiene en cuenta la evolución del precio de los alquileres, porque la compra de piso se considera una inversión y no un bien de consumo. Lo mismo sucede en Francia, Portugal, Italia, Grecia, Bélgica, Luxemburgo y Austria.

Sobre la posibilidad de que el INE incluya los precios de la vivienda en el IPC, Gómez Moral apunta que "todavía no se ha planteado", porque primero hay que disponer de ese IPC inmobiliario. En España, las estadísticas de precios de la vivienda se basan fundamentalmente en los datos de las tasadoras (Sociedad de Tasacíón y Tinsa).

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