Información corporativa del siglo XXI
A lo largo de los años noventa se ha producido un importante conjunto de cambios sociales y económicos que han modificado el marco de actuación de las empresas y las expectativas sociales sobre las mismas.
La nueva realidad empresarial se caracteriza por una presión creciente sobre las compañías que va más allá de lo puramente financiero y empresarial, y que con el caso Enron dio paso a una crisis general de confianza y a un nuevo entorno en el que el mercado y los entes reguladores están demandando información transparente, precisa y de calidad, en periodos de tiempo más reducid...
A lo largo de los años noventa se ha producido un importante conjunto de cambios sociales y económicos que han modificado el marco de actuación de las empresas y las expectativas sociales sobre las mismas.
La nueva realidad empresarial se caracteriza por una presión creciente sobre las compañías que va más allá de lo puramente financiero y empresarial, y que con el caso Enron dio paso a una crisis general de confianza y a un nuevo entorno en el que el mercado y los entes reguladores están demandando información transparente, precisa y de calidad, en periodos de tiempo más reducidos -Sarbanes Oxley, Ley Financiera, Basilea...-.
La percepción generalizada del mercado apunta a que las empresas siguen prácticas inadecuadas para comunicar información corporativa, lo que se agrava al tratar actividades de gestión de conocimiento y activos intangibles.
"La relevancia de la información aumenta cuando puede compararse con más facilidad al comportamiento de cualquier empresa, en cualquier país"
En este contexto, los diferentes grupos de interés demandan rapidez en la presentación de la información, calidad -fundamentada en la exactitud-, transparencia e información actualizada, credibilidad y, por último, eficiencia.
La respuesta que están comenzando a dar las compañías se materializa en un cambio en la visión estratégica de los sistemas de información, que considera los procesos de obtención de información (cierre contable, control, reporting y consolidación) como una carga de trabajo mínima aunque necesaria, dejando más tiempo para el análisis de información de valor añadido que soporte la toma de decisiones.
En este sentido, el modelo tradicional de información corporativa se muestra insuficiente, ya que se centra excesivamente en la información financiera a corto plazo y no proporciona suficiente información sobre la situación de mercado, la estrategia y las actividades que subyacen a la creación de valor.
La información corporativa del siglo XXI debe ser capaz de comunicar de una manera efectiva a los accionistas y demás personas o grupos de interés los indicadores financieros y no financieros de valor, los activos tangibles e intangibles e información y gestión integrada sobre el riesgo y valor.
Este modelo fomenta la transparencia voluntaria más allá de los requisitos legales de elaboración de informes, constituyendo una vía para ir más allá de la cuenta de resultados y escapar del juego de los resultados.
Se ha de desarrollar una cadena de reporting que garantice la producción y consumo de información de alta calidad, apoyada en las instituciones encargadas del establecimiento de normas, en las reguladoras del mercado y en tecnologías facilitadoras.
¿Qué papel juega XBRL? El estándar XBRL proporciona un soporte ideal para la transmisión de información financiera y empresarial que favorece la transparencia en el proceso de distribución de la información, permitiendo niveles de conectividad sin precedentes entre compañías, reguladores, analistas, inversores....
XBRL será un facilitador clave que permitirá la rápida difusión de la implantación de las normas de contabilidad, aplicables para cualquier empresa en cualquier lugar del mundo a través de taxonomías. Igualmente, XBRL facilitará a las empresas el proceso de gestión de la información necesaria sobre los generadores de valor.
Los beneficios de la utilización de XBRL en este sentido son incuestionables. Sin embargo, su utilidad dependerá del seguimiento de los estándares de presentación de información establecidos. La relevancia y el grado de credibilidad de la información no serán mayores que los de los estándares utilizados para crear dicha información. El contenido es fruto de la aplicación de dichas normas y de la aplicación del formato XBRL; son dos caras de la misma moneda, y ambos son esenciales para el futuro de la información corporativa.
XBRL facilitará a las empresas reducir las barreras internas existentes para consolidar la información, agilizar el proceso de generación de informes y publicar en diferentes medios y formatos, permitiendo poner a disposición de los grupos de interés información actualizada. Esto es posible gracias a que XBRL estructura los conceptos mediante etiquetas, lo que supondrá una homogeneización global de la información.
La relevancia de la información aumenta cuando ésta puede compararse con más facilidad y exactitud al comportamiento de cualquier empresa, en cualquier país y en cualquier industria, facilitando a las empresas captar fondos a costes competitivos al desaparecer la dificultad de realizar comparaciones y de calcular los riesgos por la existencia de diferentes normas contables nacionales, y la ausencia de normas sectoriales comunes y consensuadas.
Igualmente, los errores en la información aumentan cuando existen numerosas introducciones de los mismos datos para publicar distintos informes. Una de las principales características de XBRL es la reutilización, lo que reduce significativamente la intervención humana en el proceso de manipulación de información.
XBRL será una herramienta al servicio de las empresas para cumplir con las exigencias del mercado financiero, y asimismo recuperar la confianza en la cadena de suministro de la información corporativa.
Alan D'Silva es socio de PricewaterhouseCoopers.