Mueren cinco inmigrantes al ser arrollado su coche por un tren en un paso a nivel en Hellín

Tres mujeres, una de ellas embarazada de cinco meses, y dos hombres, todos de nacionalidad boliviana, fallecieron ayer en Hellín (Albacete) cuando un tren Talgo Altaria procedente de Cartagena arrolló el turismo en el que viajaban, de madrugada. El coche, un Opel Kadett de 19 años de antigüedad, había sorteado la barrera del paso a nivel, que estaba cerrado, e invadido la línea férrea Madrid-Cartagena. Con el impacto fue desplazado hasta una estación cercana. Familiares de las víctimas indicaron que los inmigrantes se dirigían a trabajar en una finca y habían cogido "un atajo para sortear a la...

Tres mujeres, una de ellas embarazada de cinco meses, y dos hombres, todos de nacionalidad boliviana, fallecieron ayer en Hellín (Albacete) cuando un tren Talgo Altaria procedente de Cartagena arrolló el turismo en el que viajaban, de madrugada. El coche, un Opel Kadett de 19 años de antigüedad, había sorteado la barrera del paso a nivel, que estaba cerrado, e invadido la línea férrea Madrid-Cartagena. Con el impacto fue desplazado hasta una estación cercana. Familiares de las víctimas indicaron que los inmigrantes se dirigían a trabajar en una finca y habían cogido "un atajo para sortear a la Guardia Civil, ya que no tenían papeles". Renfe señaló que el paso a nivel donde se produjo la tragedia es de "máxima seguridad".

El accidente se produjo sobre las 7.15 en el paso a nivel de La Villarreala, próximo a la estación ferroviaria de Hellín, cuando un turismo Opel Kadett rojo, matrícula AB-9325-H, invadió la vía férrea y fue arrollado por un Talgo -procedente de Cartagena y en el que viajaban 150 pasajeros-. Con el impacto, el coche fue desplazo a lo largo de unos 400 metros. En la misma estación había un tren de mercancías peligrosas parado, que no se vio afectado por la colisión, según explicaron los responsable de Protección Civil de Albacete.

Como consecuencia de la colisión, el Talgo descarriló y quedó disperso en forma de v doble a lo largo de la vía, sin que los pasajeros sufrieran daños, a excepción de dos personas que fueron atendidas de contusiones.

Los cinco fallecidos eran un matrimonio, dos mujeres y otro hombre, con edades comprendidas entre los 26 y los 35 años, que se dirigían a su lugar de trabajo en una finca agrícola de Jumilla (Murcia), a unos 30 kilómetros de Hellín. Las víctimas son los bolivianos de Santa Cruz Alberto Escalante Pardo, de 30 años; Mariela Salvatierra, de 26, y su esposo, Jesús Subirales Durán, de 29; María Adriana Pérez, de 35 y con cinco hijos en Bolivia, y Eldi Guzmán Teco, de 29 años, embarazada de cinco meses y con dos hijos en Bolivia.

Ruth, hermana de una de las fallecidas en el accidente, aseguró a EL PAÍS que ésta había salido de su casa muy temprano, ya que iban a trabajar a una finca de Jumilla, "probablemente al albaricoque". Fueron por un atajo, ya que no tenían papeles "y no querían encontrarse con la Guardia Civil". Luis, primo de Eldi, otra de las fallecidas, manifestó que no sólo estaba conmocionado por la noticia, sino también porque en el coche podría haber estado él. "No subí porque no tenía dinero para pagar la gasolina. Y así he podido salvar la vida, pero no estoy feliz, más bien al contrario, triste, ya que ha muerto una prima mía".

Según manifestaron fuentes de Renfe, el vehículo arrollado "atravesó un paso a nivel con semibarreras automáticas bajadas y se saltó todas las señales de prohibición". Según las primeras investigaciones, el vehículo accidentado atravesó el paso a nivel sin hacer caso de las luces, de la señal acústica y sorteando las semibarreras que cubren una parte de la calzada, por lo que el automóvil tuvo que hacer una ese para atravesarlo.

"Máxima seguridad"

Según Renfe, el paso a nivel donde se produjo el suceso es de "máxima seguridad" y cuenta con semibarreras automáticas, señales luminosas consistentes en un semáforo con dos luces rojas parpadeantes y una señal acústica que anuncia el descenso de las semibarreras. Por el contrario, Gonzalo Aparicio, miembro de Comisiones Obreras en el comité de empresa de Renfe en Albacete, considera que el accidente se produjo en un "punto negro" para los ferroviarios, ya que tras una curva hay un paso a nivel que "en muchas ocasiones se salta la gente". Por ello, dijo Aparicio, solicitan la mejora de las condiciones de las vías, así como la supresión de los pasos a nivel, tal y como prometió el anterior ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos.