Reportaje:

Un confuso mercado de intangibles

Inventores, diseñadores, asesores y activos de carácter social compiten en muestras paralelas en la Feria de Valencia

Andrés Pastrana, ex presidente de Colombia, comenta en una mesa redonda que los estudios de mercado de Coca Cola han contribuido mucho más que todos los institutos oficiales al conocimiento de la realidad económica y social de su país.

A unos metros, un joven informático demuestra las posibilidades de una nuevo programa que permite dibujar el prototipo de una lámpara y simular su producción. Ensayo y error virtuales permiten definir el procedimiento de trabajo más eficaz antes de acometer su fabricación efectiva.

Al otro lado del vestíbulo, una azafata atiborra de folletos a un j...

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Andrés Pastrana, ex presidente de Colombia, comenta en una mesa redonda que los estudios de mercado de Coca Cola han contribuido mucho más que todos los institutos oficiales al conocimiento de la realidad económica y social de su país.

A unos metros, un joven informático demuestra las posibilidades de una nuevo programa que permite dibujar el prototipo de una lámpara y simular su producción. Ensayo y error virtuales permiten definir el procedimiento de trabajo más eficaz antes de acometer su fabricación efectiva.

Al otro lado del vestíbulo, una azafata atiborra de folletos a un joven emprendedor interesado en conocer los servicios que ofrece la Cámara de Comercio de Valencia a los futuros empresarios.

Pero el expositor más concurrido, en una cuarta muestra, es el que ofrece lonchas de jamón. No es un empresario extremeño, sino un profesor de la Universidad Politécnica de Valencia que presenta un cuchillo específico para garantizar el mejor corte de la pieza con la mayor comodidad.

Un curioso mercado de intangibles ha desplazado temporalmente la vocación netamente comercial de la Feria de Valencia a lo largo de la pasada semana. Cuatro certámenes convocados bajo las rúbricas de Acción Social, Protodesign, Soluciones para la empresa y Geniápolis han alterado el panorama. Pocos visitantes discuten precios o plazos de entrega, la mayoría ha acudido por pura curiosidad y es notable la presencia de jóvenes estudiantes a los que cabe atribuir escasa capacidad de compra.

El espectáculo más llamativo lo ofrecen los inventores. En una sucesión de pequeños kioskos idénticos atendidos personalmente por cada uno de los genios se exhibe la revolución definitiva: la bicicleta que acumula mecánicamente el esfuerzo de tracción humana para disparar a conveniencia un suplemento de potencia; el ataúd ecológico que reduce al mínimo los residuos indeseables cuando se incinera un cadáver; o la escoba flexible que permite acceder al último rincón de suelo por debajo de la cama sin más esfuerzo que modificar la posición de la base del palo.

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Dos jóvenes canarios presentan un globo baliza que permite identificar la posición de un náufrago, conocer su identidad y favorecer su rescate con una referencia visual que, simultáneamente, contribuye a mantener a flote al individuo. Una pequeña mochila sobre el flotador de uso habitual en casos de mala mar se hincha automáticamente en contacto con el agua.

Un hombre de cierta edad ofrece el abrelatas universal que permite acceder al contenido de cualquier envase metálico sin mayor esfuerzo. Eso sí, la anilla metálica es esencial para accionar la palanca.

Dos funcionarias de la oficina de patentes que atienden el único expositor de Geniápolis con un diseño específico siguen con cierta sorpresa las evoluciones del público en un certamen que tiene cierto aire de concurso de charlatanes.

La mesa redonda donde se debate la importancia de incorporar valores a cualquier acción empresarial, una novedad asumida por las grandes corporaciones para responder activamente los reproches de los activistas antiglobalización, cobra cuerpo económico cuando Antonio Basagoiti, presidente de Unión Fenosa explica las iniciativas desinteresadas de la empresa en países como Colombia o Kenya. "Pretendemos fomentar una industrialización incipiente porque, el desarrollo de nuevas industrias en países en vías de desarrollo repercutirá, a la postre, en el consumo de la energía que nosotros proveemos".

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