Ordenadores para una demostración de Kepler
El problema al apilar naranjas, o balas de cañón, o bolas de billar, del modo más eficaz es obvio: la disposición piramidal permite asentar más abajo cada capa de naranjas, en el hueco dejado por la capa inferior, y ocupar menos espacio que si los frutos se asentaran unos encima de otros. Aunque ésa parecía la respuesta correcta, nadie ofreció una demostración matemática convincente hasta 1998; e incluso entonces muchos expertos no quedaron convencidos. Durante seis años, los matemáticos han escudriñado los cientos de páginas de un artículo escrito por Thomas C. Hales, catedrático de Matemáticas de la Universidad de Pittsburgh.