Cuba, de fiesta
México
La revolución cubana descorchó champán cuando supo de la derrota del partido de Aznar, porque confía en que el nuevo gobernante español no será tan agresivo como el saliente, cuyo activismo contra el régimen de La Habana trasladó a las cumbres iberoamericanas y a la UE. Castro felicitó a Zapatero en un mensaje de contenida satisfacción.
Las relaciones diplomáticas fueron a golpes durante el mandato de Aznar. Cuba le acusó de maquinar en su contra y de haberse plegado a los deseos de Washington, y el presidente del Gobierno español reiteró en todos los foros internacionales...
México
La revolución cubana descorchó champán cuando supo de la derrota del partido de Aznar, porque confía en que el nuevo gobernante español no será tan agresivo como el saliente, cuyo activismo contra el régimen de La Habana trasladó a las cumbres iberoamericanas y a la UE. Castro felicitó a Zapatero en un mensaje de contenida satisfacción.
Las relaciones diplomáticas fueron a golpes durante el mandato de Aznar. Cuba le acusó de maquinar en su contra y de haberse plegado a los deseos de Washington, y el presidente del Gobierno español reiteró en todos los foros internacionales que la revolución cubana es una dictadura a combatir. Previsiblemente, Zapatero romperá el hielo con La Habana con políticas más amistosas y sin el activismo de Aznar, pero, "ni mucho menos establecerá relaciones carnales con Castro", según las fuentes consultadas.
El mensaje de Castro al líder del PSOE fue conciliador aunque sin mayores precisiones, a la espera de observar los primeros pasos del presidente electo. La decisión de los españoles de "confiarle la conducción del Gobierno (...) tendrá repercusiones en la esfera internacional", comunicó a Zapatero. "Espero comprenda el espíritu de este mensaje y le transmito mis más sinceros sentimientos de respeto y consideración".