Varias comarcas no disponen de alergólogos en la sanidad pública

Los especialistas alertan de que las listas de espera llegan a los 6 meses

Las personas que sufren alergias ven normalmente agravado su problema durante la primavera, pero la falta de médicos de esta especialidad en la sanidad pública catalana impide que muchos pacientes puedan ser visitados en la época en que más lo necesitan. La Sociedad Catalana de Alergia e Inmunología Clínica advierte de que varias comarcas de Cataluña no disponen de ningún alergólogo en el sistema sanitario público.

Los usuarios de la sanidad pública de Osona, el Berguedà y el Solsonès, por ejemplo, han de trasladarse a otras comarcas si quieren que les visite un especialista en alergolo...

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Las personas que sufren alergias ven normalmente agravado su problema durante la primavera, pero la falta de médicos de esta especialidad en la sanidad pública catalana impide que muchos pacientes puedan ser visitados en la época en que más lo necesitan. La Sociedad Catalana de Alergia e Inmunología Clínica advierte de que varias comarcas de Cataluña no disponen de ningún alergólogo en el sistema sanitario público.

Los usuarios de la sanidad pública de Osona, el Berguedà y el Solsonès, por ejemplo, han de trasladarse a otras comarcas si quieren que les visite un especialista en alergología. Según la Sociedad Catalana de Alergia, zonas tan pobladas como el Vallès Occidental sólo tienen un médico de esta especialidad por cada 250.000 habitantes.

El número de alergólogos que ejercen en la sanidad pública catalana no llega al medio centenar, una cifra que "debería triplicarse para alcanzar la ratio aconsejada por la OMS de un especialista por cada 50.000 habitantes", señala el presidente de la Sociedad Catalana de Alergia, Santiago Nevot. El déficit de médicos de esta especialidad es "inexplicable", según esta organización, dada la creciente prevalencia de una enfermedad que ya afecta a casi el 20% de la población. En Cataluña, 1.200.000 personas sufren alergias, especialmente en las zonas urbanas.

El resultado de este desajuste entre la demanda asistencial y la oferta de especialistas se traduce en unas listas de espera de entre tres y seis meses de media para una visita al alergólogo. Es decir, que muchos pacientes que pidan hora para esta primavera no van a conseguir la visita hasta otoño, salvo que no recurran a la medicina privada.

Otra de las consecuencias de la falta de especialistas en alergias es que muchos de los casos se resuelven sólo a nivel sintomático. "A través de la atención primaria se deriva a los pacientes a especialistas que tratan síntomas como rinitis, asma o problemas dermatológicos. Sin embargo, en la mayoría de los casos es necesario que un alergólogo haga un estudio para conocer las causas de la alergia, iniciar un tratamiento farmacológico si es necesario y evaluar la eficacia de la vacuna de la alergia", afirma Nevot.

A diferencia de otras especialidades, en las que faltan médicos porque no se convocan las plazas necesarias de formación MIR, en el caso de la alergología hay facultativos en paro, según Lluís Marqués, alergólogo del hospital Santa Maria de Lleida. En 1999, la Sociedad Catalana de Alergia acordó con el Departamento de Sanidad la incorporación de 22 nuevos alergólogos a la sanidad pública. "En 2004 sólo se han cubierto seis de estas plazas", lamentó ayer Nevot. La Sociedad ha solicitado una entrevista con la nueva consejera, Marina Geli, para resolver el problema.

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