Reportaje:ELECCIONES 2004 | Andalucía

El Gobierno desembarca en campaña

Los ministros incrementan sus visitas a Andalucía en la campaña, pero han puesto en más de un aprieto a los dirigentes del PP

Andalucía es una asignatura electoral que el PP no ha conseguido aprobar cuando ya se han celebrado seis elecciones autonómicas y están en puertas las séptimas. Y una de las fórmulas que más ha empleado en los últimos años la dirección regional del PP para intentar dar el vuelco político es la de vender la gestión del Gobierno de José María Aznar en la comunidad. Y, ¿quién mejor para venderla que los ministros? Sobre esta idea, los populares diseñan la agenda con las visitas de los distintos miembros del gabinete de José María Aznar, una presencia que se intensifica cuando se aproximan ...

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Andalucía es una asignatura electoral que el PP no ha conseguido aprobar cuando ya se han celebrado seis elecciones autonómicas y están en puertas las séptimas. Y una de las fórmulas que más ha empleado en los últimos años la dirección regional del PP para intentar dar el vuelco político es la de vender la gestión del Gobierno de José María Aznar en la comunidad. Y, ¿quién mejor para venderla que los ministros? Sobre esta idea, los populares diseñan la agenda con las visitas de los distintos miembros del gabinete de José María Aznar, una presencia que se intensifica cuando se aproximan las citas electorales.

Estas visitas, sin embargo, han causado varios disgustos entre las filas de los populares andaluces, que más de una vez se han cuestionado la conveniencia o no de que determinados ministros o cargos nacionales vengan a arroparles ante el temor de que les metan en un lío. Los dos más recientes se produjeron el pasado 24 de febrero, en vísperas del inicio de la campaña electoral.

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Ese día el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se desentendió de la cifra que la candidata del PP, Teófila Martínez, había dado un mes antes para intentar resolver el conflicto de la financiación autonómica (2.500 millones de euros) y dijo que la cantidad está todavía por determinar. Y casi a la vez, el ex ministro del Interior Jaime Mayor Oreja insistía en Sevilla en una vieja teoría suya: en Andalucía hay "miedo" a la alternancia política. En esta ocasión no equiparó este supuesto "miedo" al cambio con el del País Vasco, pero la gasolina ya había empezado a arder.

Al día siguiente, el 25 de febrero, Martínez tenía una acto público en Sevilla en el que estaban los números uno del PP al Parlamento andaluz de las ocho provincias y casi todos los presidentes provinciales. En una reunión previa al acto, el enfado de los dirigentes era generalizado, sobre todo con Mayor Oreja, por ser reincidente en un comentario que en Andalucía chirría en exceso, y la coincidencia era que intervenciones de ese tipo ponían las elecciones en bandeja de plata al PSOE.

Algún dirigente comentó en algún corrillo que prefería que algunos ministros no cruzasen Despeñaperros y que le dejasen hacer la campaña sin ningún tipo de ayuda. Tal era el malestar que Teófila Martínez, por primera vez, enmendó la plana de forma clara a alguien de su partido por interferir en su campaña. "En Andalucía no hay miedo", dijo la candidata del PP para intentar apagar el fuego provocado por Mayor Oreja.

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En el caso de Montoro también hay reincidencia y el ministro de Hacienda ya se ha llevado algún tirón de orejas de la dirección del PP por alabar, sin matices, el crecimiento económico que Andalucía ha experimentado en los últimos años, en contra de las tesis que defiende Teófila Martínez, quien ha hecho de la convergencia interna y con otras regiones españolas una de sus banderas desde que es presidenta del PP andaluz.

De puertas para fuera, los dirigentes del PP nunca han cuestionado las intervenciones de sus ministros, pero ya en casa las críticas sí se producen. "Es que Montoro no es político", es un argumento que suelen decir los dirigentes del PP para encontrar una explicación a las meteduras de pata del ministro de Hacienda. Con quien más seguro se sienten en la dirección del PP es con el ministro de la Presidencia, Javier Arenas, que ha amortiguado los errores de su compañeros, pero que, de forma ineludible, ha proyectado a la vez su sombra sobre la candidata autonómica.

Estas salidas de tono no se le escapan al PSOE, que va sumando todas para arremeter contra el PP y la acción del Gobierno en Andalucía. Ya en campaña, el candidato socialista y presidente de la Junta, Manuel Chaves, ha asegurado que los ministros que visiten la comunidad en campaña "no van a poder resolver, compensar ni ocultar en unos pocos días todos los agravios y disparates que este Gobierno ha cometido en relación con Andalucía".

Y Aznar, hoy en Sevilla.

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