Un mercado discográfico en crecimiento

El estado de salud del folk euskaldún es considerado, mayoritariamente, bueno. Ignacio Casado, delegado general en el País Vasco de la Sociedad General de Autores y Editores añade que "lo bueno que tiene, quizá por la propia idiosincrasia y por su arraigo, es que vive, que no es poco. En otras comunidades, otros folks han desaparecido o casi no existen".

Sin embargo, la actitud no debe ser resignarse pensando que otros están peor, ya que la discográfica donostiarra Elkarlanean, principal editora de música tradicional vasca desde que se fundara hace 29 años en Baiona, aporta datos espera...

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El estado de salud del folk euskaldún es considerado, mayoritariamente, bueno. Ignacio Casado, delegado general en el País Vasco de la Sociedad General de Autores y Editores añade que "lo bueno que tiene, quizá por la propia idiosincrasia y por su arraigo, es que vive, que no es poco. En otras comunidades, otros folks han desaparecido o casi no existen".

Sin embargo, la actitud no debe ser resignarse pensando que otros están peor, ya que la discográfica donostiarra Elkarlanean, principal editora de música tradicional vasca desde que se fundara hace 29 años en Baiona, aporta datos esperanzadores. En tiempos de bonanza para la world music, o músicas del mundo, el mercado potencial de la tradición vasca es cada vez mayor. "Acabamos de venir del Midem [feria de la industria musical que se celebra en Cannes, Francia], y la música contemporánea de este país ha despertado mucho interés. El modo de interpretación y, sobre todo, las fuentes de inspiración son tan propias que hacen que sea diferente y atraiga también fuera de nuestras fronteras. Lo hemos comprobado con grupos actuales, Oskorri, Oreka TX, etcétera, que interesan y exportamos fuera de nuestras fronteras", comenta Anjel Valdés, portavoz del sello vasco.

Discos de oro

Una vez distribuido, la aceptación de cada lanzamiento discográfico depende de distintos factores que determinan que algunos ronden únicamente los 1.000 ejemplares vendidos, mientras que el dúo trikitilari Alaitz eta Maider, por ejemplo, despachó 35.000 copias de su estreno discográfico. Y Kepa Junkera ha logrado que su fusión de ritmos, sonidos e instrumentos tradicionales de distintas procedencias, pero con la raíz vasca como principal sustrato, se haya convertido en superventas. Dos de sus tres últimas entregas le han hecho merecedor de sendos discos de oro, recompensa para quienes venden más de 50.000 ejemplares.

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