El País Vasco otorga a los profesores un año sabático cobrando el 84% del sueldo

La consejería espera que la medida ayude a reducir el estrés y mejore la calidad de la enseñanza

El Departamento de Educación del Gobierno vasco ha puesto en marcha una novedosa medida en el mundo de la enseñanza destinada a mejorar las condiciones de trabajo de los profesores de la comunidad autónoma: el año sabático. Los docentes que quieran acogerse a este permiso cobrarán durante cuatro años el 84% de su sueldo y disfrutarán del permiso en el quinto, con esa misma retribución. Euskadi se convierte en la primera comunidad española en introducir una medida de este tipo, que se había constituido en "una anhelada y reiterada aspiración" del colectivo docente, según la consejera de Educaci...

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El Departamento de Educación del Gobierno vasco ha puesto en marcha una novedosa medida en el mundo de la enseñanza destinada a mejorar las condiciones de trabajo de los profesores de la comunidad autónoma: el año sabático. Los docentes que quieran acogerse a este permiso cobrarán durante cuatro años el 84% de su sueldo y disfrutarán del permiso en el quinto, con esa misma retribución. Euskadi se convierte en la primera comunidad española en introducir una medida de este tipo, que se había constituido en "una anhelada y reiterada aspiración" del colectivo docente, según la consejera de Educación vasca, Anjeles Iztueta.

Los profesores que quieran acogerse a este permiso dispondrán cada curso de un periodo comprendido entre el 1 de enero y el 31 de mayo para formalizar su solicitud. Una vez cumplimentada la petición, el curso siguiente computará como el primero del ciclo de los cuatro trabajados, y al quinto librarán. El primer año sabático efectivo será en 2008. En principio, la medida va dirigida para los profesores funcionarios no universitarios de la red pública, que suman alrededor de 14.500. Las plazas de los profesores que pidan el año sabático serán cubiertas temporalmente por personal sustituto.

Uno de cada cinco docentes de secundaria vascos asegura sentirse 'quemado'
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Lo innovador de esta medida es que, a diferencia de otro tipo de licencias, su disfrute no está condicionado a nada concreto, como realización de estudios o cuidado de familiares. Los que se beneficien del permiso podrán dedicar el tiempo a lo que quieran, desde atender cuestiones de carácter personal hasta disfrutar de un mayor periodo de ocio. Además, otra novedad es que se trata de una licencia parcialmente retribuida. Durante el año sabático, el 64% del salario de los docentes será la acumulación del 16% que han dejado de percibir los cuatro ejercicios anteriores. La Administración vasca completará el sueldo con un porcentaje del 20%, hasta llegar al definitivo 84%. El salario de los docentes de la red pública en el País Vasco ronda los 36.000 euros brutos al año en primaria, y unos 40.000 en secundaria.

La aplicación del año sabático es una consecuencia del acuerdo sobre condiciones laborales que el departamento cerró en junio del año 2002 con los sindicatos ELA, LAB y STEE-EILAS (Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza), que representan al 53% de los docentes de la red pública. UGT y Comisiones Obreras se descolgaron del plan. CC OO, sindicato mayoritario en el sector, rechaza la medida porque, en su opinión, no garantiza el reparto de empleo, no tiene carácter universal (quedan excluidos los docentes con contrato laboral), tiene repercusiones negativas en las prestaciones futuras y se utiliza para no aplicar fórmulas de reparto del trabajo y crear nuevos puestos.

Sin embargo, el Gobierno vasco confía en que la medida ayude a mejorar las condiciones laborales de los docentes, que son "la pieza clave para el buen funcionamiento del sistema educativo", apunta la consejera Iztueta. "El disfrute del permiso contribuirá a reducir el estrés y otro tipo de enfermedades profesionales, así como a favorecer una mejor conciliación de la vida familiar y laboral", explica.

Los datos de los expertos corroboran la impresión de la consejera. Según los últimos estudios, uno de cada cinco docentes de secundaria en Euskadi asegura sentirse quemado, un problema que se ha agravado con la prolongación de la educación obligatoria hasta los 16 años. La falta de atención de los alumnos, la indisciplina que campa por algunos institutos, los constantes cambios en los temarios y en los métodos para impartir la docencia y el escaso reconocimiento social de la profesión son los principales desencadenantes del estrés y del agotamiento emocional de los profesores. Cuando un profesor se siente quemado por este cúmulo de circunstancias pierde la motivación en su trabajo y sólo desea que suene el timbre que anuncia el final de la clase, resaltan los expertos.

Estudiantes en una clase de historia en una ikastola de Vizcaya.LUIS ALBERTO GARCÍA PÉREZ

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