Columna

Zapatero, ante el tendido del siete

Zapatero comparece mañana en el Colegio de Economistas de Madrid para explicar su programa electoral económico (Rajoy lo hará después). Será su primera intervención sobre este asunto después de que el viernes el Comité Federal del PSOE aprobase la versión definitiva del mismo. En esta tribuna especializada, el líder socialista tendrá que profundizar mucho más que hasta ahora qué es lo que pretende y cuáles son los instrumentos para lograrlo.

El programa tiene hoy más coherencia que hace un mes cuando, a través de distintas conferencias sectoriales, se llegó a una contradicción insuperab...

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Zapatero comparece mañana en el Colegio de Economistas de Madrid para explicar su programa electoral económico (Rajoy lo hará después). Será su primera intervención sobre este asunto después de que el viernes el Comité Federal del PSOE aprobase la versión definitiva del mismo. En esta tribuna especializada, el líder socialista tendrá que profundizar mucho más que hasta ahora qué es lo que pretende y cuáles son los instrumentos para lograrlo.

El programa tiene hoy más coherencia que hace un mes cuando, a través de distintas conferencias sectoriales, se llegó a una contradicción insuperable: el PSOE prometía a la sociedad más de todo, a una gran velocidad, y con recursos que cualquiera podía ver que eran insuficientes. Ello le restaba credibilidad. ¿Cómo se ha obtenido esa coherencia? Renunciando -o retrasando- a aquello que sería casi imposible de proveer al ritmo anunciado, y puliendo su propuesta de ingresos públicos. La prórroga más llamativa es la equiparación del gasto social español al de la UE en ocho años y no en cuatro, ya que esa diferencia está en estos momentos en más de siete puntos.

En cuando a la política de ingresos públicos, la mayor parte de los expertos sigue considerando que será insuficiente si no se instrumenta, al mismo tiempo, una lucha intensiva contra el gran fraude fiscal. Todavía está muy cercana la denuncia que en este terreno -la ineficacia de la Agencia Tributaria, que no lo persigue- han efectuado los inspectores fiscales. Recuérdense a trazo grueso los datos de ese fraude: sólo un 50% de los ciudadanos dice cobrar más de 12.000 euros al año y tan sólo 180.000 asumen ganar más de 72.000 euros; la economía sumergida de origen fiscal se sitúa en España en 21 puntos de PIB (unos 60.000 millones de euros). Los rasgos de la oferta fiscal de los socialistas son: reducción de los tramos del impuesto de la renta; convergencia del tramo más alto de ese impuesto con el tipo nominal del impuesto de sociedades; elevación del mínimo exento para declarar; aumento de los impuestos sobre el tabaco y el alcohol, y reforma, no supresión, de los impuestos del patrimonio y de sucesiones.

A estas alturas, la falta de cuantificación de estos números no se basa tanto en la ausencia de datos de la Administración como en el convencimiento de que si el PSOE cuantificase los tramos o el mínimo exento sólo pasaría un rato para que algunos de los factores C (factores de credibilidad) del PP - por ejemplo Eduardo Zaplana- apareciesen diciendo: "Nosotros lo mismo, más dos huevos duros". Una de las primeras funciones a las que debería comprometerse un nuevo Ejecutivo sería abrir en canal las cuentas públicas para concretar cuánto se debe en realidad -no el déficit contable- extra e intrapresupuestario.

En el programa se han eliminado también algunas ocurrencias oportunistas, como la eliminación de la energía nuclear en 23 años. No porque no sea una propuesta debatible, sino porque se hizo sin estudios científicos previos y sin que la sensibilidad histórica del PSOE haya ido nunca por esos derroteros.

Cauterizadas en parte las contradicciones entre ingresos y gastos, el programa del PSOE se confronta ahora con la realidad... y con el de algunos de sus aliados. Al mismo tiempo que el Comité Federal lo aprobaba, el sindicato hermano hacía público un muy interesante documento titulado Balance de la legislatura y propuestas de UGT ante las elecciones generales. En él se coincide con la exposición de Miguel Sebastián, el asesor de Zapatero en materia económica, de que el PP ha desaprovechado un tiempo de bonanza económica: una mejor gestión y menos arbitrismo en la intervención pública hubieran generado más crecimiento y de mayor calidad. UGT, además, aporta algunos datos comparativos entre España y la UE que definen la distancia a la que nos encontramos de Europa: 7 puntos de diferencia a su favor en gasto social; 2,5 puntos en pensiones; 4,9 puntos en ingresos fiscales; 5,8 puntos en tasa de empleo (que se convierten en 11,5 en tasa de empleo femenino); 1 punto en educación; 1 punto en I+D, etcétera. La convergencia real todavía dista mucho.

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