OPINIÓN DEL LECTOR

Agradecimiento a la sanidad pública

La mayoría de las personas sólo se dirige a la administración pública, y en concreto a la sanitaria, para expresar su descontento o denunciar un trato que no consideran adecuado. Reconocemos que, en ocasiones, el personal médico falta esencialmente a los principios de su profesión. Pero, como en todo, nos equivocamos al generalizar, y nos equivocamos también cuando no sabemos apreciar y agradecer la labor callada pero importantísima que muchos trabajadores de la sanidad pública llevan a cabo cada día.

Cualquiera que haya pasado por la penosa enfermedad terminal de un familiar sabe lo du...

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La mayoría de las personas sólo se dirige a la administración pública, y en concreto a la sanitaria, para expresar su descontento o denunciar un trato que no consideran adecuado. Reconocemos que, en ocasiones, el personal médico falta esencialmente a los principios de su profesión. Pero, como en todo, nos equivocamos al generalizar, y nos equivocamos también cuando no sabemos apreciar y agradecer la labor callada pero importantísima que muchos trabajadores de la sanidad pública llevan a cabo cada día.

Cualquiera que haya pasado por la penosa enfermedad terminal de un familiar sabe lo durísimo que es, sobre todo para el enfermo, pero también para los que están a su lado. Pilar se ha ido, pero la recordaremos siempre. Y también recordaremos a todos aquellos que nos hicieron un poco más llevadera la difícil situación que hemos vivido durante meses. No olvidaremos nunca al personal sanitario y administrativo de los departamentos de Radioterapia y Quimioterapia y de Oncología del hospital Virgen del Rocío, y muy especialmente, dentro de este último, al doctor Manuel Noguer Mediavilla. Desde el principio estuvieron ahí, atendiendo cada necesidad y cada duda, sin dejar de demostrar ni un instante su gran calidad humana y profesional.

No olvidaremos tampoco al departamento de Hospitalización Domiciliaria del hospital Virgen Macarena. A su jefe de Servicio, el doctor Royo, así como al médico, el doctor Jaime Boceta, al enfermero Antonio Villa, a la auxiliar y al personal administrativo. En las últimas semanas, las más duras y angustiosas, ellos fueron nuestro más claro punto de apoyo. Eficaces, atentos y cariñosos, nunca se tomaron su trabajo como un trámite y nunca vieron a Pilar como un enfermo más. Por ello, a pesar de lo que hemos sufrido, sabemos que tenemos mucho que agradecer. Gracias a todos.

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