Móviles con cámara, DVD y la casita de Blancanieves

El siniestro Gollum contra el dulce Nemo. Las películas de las navidades marcan la moda de los regalos más populares y solicitados. Los comercios dedicados a la venta de películas en DVD tienen colocadas en primera línea las dos primeras partes de El Señor de los Anillos con el regalo de un muñeco que representa a Gollum. Y las tiendas de animales se llenan de niños que piden llevarse a un pececito tipo payaso, como el protagonista de la última película de la factoría Disney, Buscando a Nemo. Si no, siempre queda el consuelo de comprar un pez naranja de peluche.

Otros que ...

El siniestro Gollum contra el dulce Nemo. Las películas de las navidades marcan la moda de los regalos más populares y solicitados. Los comercios dedicados a la venta de películas en DVD tienen colocadas en primera línea las dos primeras partes de El Señor de los Anillos con el regalo de un muñeco que representa a Gollum. Y las tiendas de animales se llenan de niños que piden llevarse a un pececito tipo payaso, como el protagonista de la última película de la factoría Disney, Buscando a Nemo. Si no, siempre queda el consuelo de comprar un pez naranja de peluche.

Otros que arrasan en ventas son los teléfonos móviles con cámara de fotos incluida, los aparatos de DVD reducidos al mínimo tamaño, los reproductores de música... Las muñecas Brats compiten con la clásica Barbie en llevarse la atención de las niñas y las videoconsolas ofrecen cada vez juegos más sofisticados como Terminator o, de nuevo, El Señor de los Anillos.

Según los encargados de varios centros comerciales, el regalo estrella para niños es, sin duda, la Play Station: unos 200 euros, entre otras cosas porque no es sólo para niños y porque permite ver películas en DVD.

La publicidad con la que cuentan todos estos productos es una ayuda para llegar al éxito. Pero a veces lo que funciona es el boca a boca. Este año, los empleados de una de las jugueterías de Carrefour se han llevado una sorpresa al ver cómo La casita de Blancanieves, "un juguete aparentemente sin gracia y sin apenas publicidad", desaparecía de las estanterías nada más iniciarse la campaña de Navidad.