Casi la mitad de la sociedad cree que el 'plan Ibarretxe' traerá inestabilidad

Crece el miedo a entrar en política y la disposición a irse de Euskadi, según el Euskobarómetro

Más de la mitad de los ciudadanos vascos (51%) considera que los contenidos del plan Ibarretxe son inconstitucionales. Además, crece cuatro puntos la mayoría (48%) que apunta que su plan va a traer más división e inestabilidad en la sociedad vasca. Estas son algunas de las conclusiones de la última oleada del Euskobarometro, un estudio realizado por un equipo sociológico de la UPV que dirige el catedrático Paco Llera. Según la última entrega, crece la sima abierta entre nacionalista y no nacionalistas, pero ambos sectores defienden que cualquier reforma del autogobierno tenga el mismo o...

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Más de la mitad de los ciudadanos vascos (51%) considera que los contenidos del plan Ibarretxe son inconstitucionales. Además, crece cuatro puntos la mayoría (48%) que apunta que su plan va a traer más división e inestabilidad en la sociedad vasca. Estas son algunas de las conclusiones de la última oleada del Euskobarometro, un estudio realizado por un equipo sociológico de la UPV que dirige el catedrático Paco Llera. Según la última entrega, crece la sima abierta entre nacionalista y no nacionalistas, pero ambos sectores defienden que cualquier reforma del autogobierno tenga el mismo o mayor consenso que el Estatuto. El rechazo total y frontal a ETA de los encustados alcanza su cota histórica desde los años 80, el 64%.

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Pese a esta percepción de las consecuencias del plan Ibarretxe, la encuesta muestra también que el 37% cree que la propuesta traerá consecuencias positivas para la economía, frente al 32% que opina lo contrario. La desinformación social sobre el plan que revela el estudio es muy amplia. El 57% dice que está poco o nada informado sobre la propuesta. El mejor dato para el lehendakari es que él es el único líder político que consigue el aprobado de los ciudadanos. Todos los partidos suspenden.

Aunque la sociedad vasca mantiene su optimismo sobre la economía, se enfría la percepción sobre el futuro del País Vasco. De hecho, se ha alcanzado también un techo histórico de las personas dispuestas a abandonar Euskadi, que alcanza ya a casi dos de cada 10 vascos (el 18%), con un incremento de un punto frente a la oleada anterior.

El perfil del ciudadano dispuesto a marcharse del País Vasco coincide además con el de una persona joven, con gran preparación e identificado con el autononismo, llegando al 40% del electorado del PP. "La tensión social y política y, sobre todo, la amenaza del terrorismo son las razones que sigue explicando este crecimiento", según aseguró ayer Llera. Este ambiente político y social hace que el miedo a participar activamente en politica haya crecido: uno de cada dos vascos tiene mucho (12%) o bastante (37%).La evolución del sentimiento nacionalista o no de los encuestados ha alcanzado un nivel histórico: el 41% se define nacionalista frente al 54% que no. Sin embargo, aunque los vascos son cada vez menos nacionalista, los que lo son están cada vez más radicalizados, conformando así "dos opiniones públicas" que casi no comparten nada, salvo el rechazo a ETA.

El rechazo frontal a ETA ya es mayoritario por primera vez entres los votantes nacionalistas (el 53%). La oleada de noviembre, cuyo trabajo de campo se realizó en los 20 primeros días de ese mes con una muestra amplia de 1.800 entrevistas en todo el País Vasco, confirma también este rechazo frontal por bloques políticos: desde el mínimo del 65 % del PNV-EA, hasta el 88% de PP-UA. El repudio a la violencia en el mundo político de ETA sigue rompiendo barreras. Lo más llamativo sigue siendo la casi desaparición, por primera vez en veinte años, del apoyo explícito y total a la organización (0,5%), incluido en el electorado de HB (5%), así como la reducción a sólo un punto de la justificación crítica de los que apoyan a ETA a pesar de reconocer sus errores. "Hoy el grueso de HB se sitúa en el apoyo a sus fines, rechazando sus métodos violentos (58%), o en el apoyo remoto (9%), lo que supone que en los últimos meses se ha consolidado la tendencia de una mayor dificultad de estos sectores para seguir legitimando la violencia", apuntó Llera. De hecho, por primera vez aparece un rechazo frontal a la violencia de ETA por parte de uno de cada diez votantes de Batasuna.

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Acompañando a esa deslegitimación, la encuesta revela una censura del activista violento: la gran mayoría de los vascos (70%) considera que los miembros de ETA son "terroristas" (42%), "asesinos" (17%) y "fanáticos " (11%). Por el contrario, la consideración de "patriotas" ha caído hasta su mínimo histórico (3%), en tanto que la calificación de "idealistas" (un 21%) sigue bajando desde el nivel máximo (36%) logrado en noviembre de 1999, en plena tregua.

La mayoría de los vascos no cree que el plan Ibarretxe sea una cesión ante el chantaje de ETA. El 71% asegura que estaría dispuesto a votar en un referéndum no autorizado por el Estado, a pesar de que sólo defiende su convocatoria el 48% de los vascos. El 34% de los encuestados se muestra contrario a la independencia, por un 28% que es favorable y un 23% que estaría o no de acuerdo según las circunstancias. Un 15% no expresa opinión ante esta pregunta.

Pese a que los porcentajes son todavía muy bajos en lo que se refiere al respaldo a la independencia, lo cierto es que han aumentado en cinco puntos desde 1988 y en un 1% desde el pasado mes de abril. De los ciudadanos que se consideran predominantemente vascos, un 66% votaría a favor de la independencia, mientras que los que se consideran tan vascos como españoles o sobre todo españoles rechazan esta opción con un 50% y un 71%.

Lo que deja claro el Euskobarómetro es que la actual situación política no gusta a los vascos. Suspenden todos los partidos, aunque los miembros del Gobierno autonómico son los que mejor puntuación consiguen: el PNV un 4,6, EA un 3,9, e IU-EB 3,4. El PSE logra un 2,7, por encima del 2,3 que logra Batasuna y el 1,8 del PP. Salvo PNV y EA, todos los partidos consiguen peor valoración que hace seis meses, e incluso los socialistas pierden un puesto en detrimento de Aralar, que sube hasta el 2,9. En lo que se refiere a los líderes políticos, sólo aprueba el lehendakari con un 5,1, la misma nota de hace seis meses. La presidenta de EA, Begoña Errazti, se sitúa en segundo lugar con un alejado 3,6, dos décimas más que Xabier Arzalluz. Tanto el presidente del Gobierno, José María Aznar, como su sucesor, Mariano Rajoy, logran un 1,7. El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, consigue un 2,7, una décima más que el líder de los socialistas vascos, Patxi López.

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