La Escuela Cristiana replica

El pasado sábado día 13 de diciembre, en las páginas de información de Cataluña, EL PAÍS publicó un amplio reportaje con un título llamativo: La patronal católica advierte al futuro Gobierno de que no 'provoque' al sector educativo privado. En él se me atribuyen unas declaraciones que llevan a afirmar que "la patronal católica ni siquiera ha esperado a que se forme el nuevo Gobierno de la Generalitat para lanzar las primeras amenazas...".

Me veo en la obligación de desmentir estas presuntas declaraciones, que no responden a mi modo de pensar ni al estilo que siempre ha caracteriz...

El pasado sábado día 13 de diciembre, en las páginas de información de Cataluña, EL PAÍS publicó un amplio reportaje con un título llamativo: La patronal católica advierte al futuro Gobierno de que no 'provoque' al sector educativo privado. En él se me atribuyen unas declaraciones que llevan a afirmar que "la patronal católica ni siquiera ha esperado a que se forme el nuevo Gobierno de la Generalitat para lanzar las primeras amenazas...".

Me veo en la obligación de desmentir estas presuntas declaraciones, que no responden a mi modo de pensar ni al estilo que siempre ha caracterizado al colectivo de las escuelas cristianas de Cataluña. Lo saben todos cuantos nos conocen, muchos de los cuales han manifestado su sorpresa por la información publicada en las páginas de EL PAÍS. Ante la formación del nuevo Gobierno de la Generalitat, nuestra actitud es de serena espera y de confianza, con la seguridad de que el Departamento de Enseñanza seguirá en el fututo contando con la aportación específica de las escuelas cristianas de Cataluña.

Es más, lamento que se me atribuyan actuaciones que jamás he realizado. Está totalmente fuera de lugar afirmar que un servidor "ha pedido a los miembros del futuro Ejecutivo tripartito que no sean insensatos y que no provoquen al sector".

Las escuelas cristianas de Cataluña, como han hecho siempre, colaborarán con lealtad con el futuro Gobierno de la Generalitat y no se hace un buen servicio a este país cuando se nos atribuyen intenciones que realmente no responden a nuestro modo de pensar.