Las bebidas calientes

Los rigores del invierno y su cohorte obligada de catarros, gripes y resfriados han sido siempre propicios para el consumo de bebidas calientes, fruto tanto del mimo maternal como de la sabia tradición terapéutica casera. Matar el trancazo con una buena y contundente combinación de aguardiente, azúcar o miel, limón, leche, té o café es tan saludable como eficaz y sabroso. Y hasta el más fatigado, alicaído o mustio sufridor de estos desapacibles y fríos meses endereza su ánimo tras un soberbio y contundente ponche, donde huevo, leche y licor se aúnan para recargar energía.

Es, por tanto,...

Los rigores del invierno y su cohorte obligada de catarros, gripes y resfriados han sido siempre propicios para el consumo de bebidas calientes, fruto tanto del mimo maternal como de la sabia tradición terapéutica casera. Matar el trancazo con una buena y contundente combinación de aguardiente, azúcar o miel, limón, leche, té o café es tan saludable como eficaz y sabroso. Y hasta el más fatigado, alicaído o mustio sufridor de estos desapacibles y fríos meses endereza su ánimo tras un soberbio y contundente ponche, donde huevo, leche y licor se aúnan para recargar energía.

Es, por tanto, el momento de regalarse con una bebida caliente bajo la forma de grog, punch (ponche) o carajillo, tanto si el resfriado lo exige como si el placer lo demanda. Populares o sofisticadas, se combinan sabores y aromas con resultados sorprendentes.

El propio nombre de ponche tiene resonancias esotéricas antiquísimas, ya que deriva de la palabra sánscrita pantscha, que significa cinco. Y cinco deben ser los ingredientes básicos de esta bebida, y de la mayoría de sus derivados: un aguardiente o licor, una infusión, un edulcorante, un aromatizante y agua hirviendo. Y las posibilidades, ya grandes, se pueden ampliar dejando volar la imaginación: frutas, huevo, especias...

Y si el grog, particular ponche adaptado a las necesidades de la Royal Navy, nace como un intento sensato de atemperar los excesos de la Marina británica, hoy se ha establecido en tierra firme, componiendo uno de los capítulos más sustanciosos de esta cálida combinatoria. Mucho antes en nuestro país hemos gustado de estas fórmulas mezclando aguardientes y zumos. Ya lo dijo el poeta Luis de Góngora: "En las mañanas de invierno, / naranjada y aguardiente. / Y ríase la gente".

DOS RECETAS

- Grog Navy. Ingredientes: 4 cl de ron de Jamaica, rueda de limón, 6 clavos de olor, 2 terrones de azúcar, agua hirviendo. En un vaso alto, poner el ron con agua recién hervida. En una cucharilla, colocar los terrones de azúcar impregnados de ron y prenderles fuego. Mezclar con el líquido, introduciendo el limón con los seis clavos incrustados. - Ponche exótico. Ingredientes: 3/5 de leche, 1/5 de vodka, 1/5 de jarabe de fresa, un golpe de licor de kiwi, 1 yema de huevo. Batir la yema con la leche y calentar. Añadir vodka y licores sin remover. Decorar con trozos de fruta.