Las Juntas alavesas vuelven a rechazar la reforma electoral que pretende el PNV
Las Juntas Generales de Álava aprobaron ayer una iniciativa del PSE, PP y UA en la que rechazan la reforma de la ley electoral propuesta por los nacionalistas con la pretensión de dar más peso en las elecciones forales a los pueblos en detrimento de la capital, Vitoria. Esta reforma es una reivindicación del PNV y EA, partidos que tienen más fuerza en el medio rural, mientras que el PP y PSE ganan en la capital.
Es la segunda ocasión que las Juntas alavesas se pronuncian en contra de la modificación, aunque es el Parlamento vasco el que tiene la potestad de aprobar o rechazar una reform...
Las Juntas Generales de Álava aprobaron ayer una iniciativa del PSE, PP y UA en la que rechazan la reforma de la ley electoral propuesta por los nacionalistas con la pretensión de dar más peso en las elecciones forales a los pueblos en detrimento de la capital, Vitoria. Esta reforma es una reivindicación del PNV y EA, partidos que tienen más fuerza en el medio rural, mientras que el PP y PSE ganan en la capital.
Es la segunda ocasión que las Juntas alavesas se pronuncian en contra de la modificación, aunque es el Parlamento vasco el que tiene la potestad de aprobar o rechazar una reforma así. El PNV y EA presentaron la propuesta de reforma ante el Parlamento el pasado enero, cinco meses antes de las elecciones municipales. Al final optaron por retirarla por falta de apoyos y aplazar su tramitación hasta después de los comicios tras ser acusados de perseguir intereses electorales.
Antes de que los nacionalistas vuelvan a la carga, UA presentó su iniciativa rechazando la reforma, planteamiento al que se adhirieron populares y socialistas. El portavoz de UA, Ernesto Ladrón de Guevara, acusó a los nacionalistas de tratar de recuperar el control de Álava para dejar vía libre a "la independencia". El socialista Pablo Oraá se opuso al cambio porque el actual sistema respeta la proporcionalidad.
El juntero del PNV Claudio Rodríguez defendió la existencia de siete circunscripciones electorales, de manera que los pueblos adquieran una mayor relevancia. Mientras, Manuel Ibarrondo, de EA, insistió en que la reforma conjuga territorialidad y proporcionalidad.