ELECCIONES EN CATALUÑA | Los apoyos del PSOE a Maragall

Pujol insinúa que la irrupción de Bono en la campaña obedece al conflicto interno del PSOE

Maragall admite el "traspié" del presidente de Castilla-La Mancha, pero lo minimiza

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, sacó ayer un poco más de jugo al inesperado regalo que el presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, José Bono, ha hecho a Convergència i Unió (CiU) con su irrupción en la campaña catalana. Pujol insinuó que el papel de Bono puede interpretarse en clave interna del PSOE. "Hay una serie de gente, en el PSOE y en el PP de Madrid, que esto de Cataluña lo utilizan para dirimir sus problemas", explicó el presidente catalán. La noche anterior fue más claro: "Según como vayan las cosas, Bono puede ser el secretario general del PSOE dentro de un año"....

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El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, sacó ayer un poco más de jugo al inesperado regalo que el presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, José Bono, ha hecho a Convergència i Unió (CiU) con su irrupción en la campaña catalana. Pujol insinuó que el papel de Bono puede interpretarse en clave interna del PSOE. "Hay una serie de gente, en el PSOE y en el PP de Madrid, que esto de Cataluña lo utilizan para dirimir sus problemas", explicó el presidente catalán. La noche anterior fue más claro: "Según como vayan las cosas, Bono puede ser el secretario general del PSOE dentro de un año".

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Bono dijo anteayer que a Pujol "no le rige bien la cabeza" y "no da pie con bola" por defender la subida unilateral de las pensiones de viudedad en Cataluña.

El todavía presidente de la Generalitat insinuó una vinculación entre estas declaraciones y el supuesto conflicto interno del PSOE pero, al ser preguntado directamente, se negó a aclarar este extremo: "Esto se lo tendrían que preguntar a Bono, Zapatero, Chaves y Maragall", afirmó en un acto electoral en Les Borges Blanques (Lleida).

En la noche del jueves, Pujol fue aún más lejos y afirmó que, "según como vayan las cosas, Bono puede ser el secretario general del PSOE dentro de un año". Aludía a una hipotética derrota de los socialistas en las próximas elecciones generales.

Pujol defiende desde el inicio de la campaña que es Bono quien sienta cátedra en la política autonómica del PSOE y no desaprovecha ninguna ocasión para recordar que el documento de Santillana, donde los socialistas unificaron posiciones en esta materia, "no incluye ni una palabra del federalismo y de la asimetría con que se llena la boca Maragall".

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Al mentar la visión de Bono sobre las autonomías, que Pujol considera "reduccionista" e igualitaria "a la baja", el líder nacionalista trata de frenar la fuga de votos hacia la formación independentista Esquerra Republicana (ERC), uno de los principales temores de CiU, que ha visto debilitado su flanco nacionalista por culpa de los pactos con el PP a lo largo de la legislatura.

El jueves, Bono afirmó por la mañana que a Pujol "no le rige la cabeza". Por la tarde, envió un fax de disculpas mientras en el PSC se afanaban por disimular el desliz del líder castellano-manchego. Pujol recibió el fax de Bono hacia las ocho de la noche y aprovechó su contenido para iniciar su discurso en una cena-mitin celebrada en Girona. Calificó el fax de "media rectificación" y de "carta muy desgraciada" y acusó a Bono de tomarle por "más sumiso" de lo que es y "por bastante imbécil".

El candidato del PP, Josep Piqué, se sumó a la tesis de Pujol. Comentó que en los últimos días se ha visto a Bono con un "gran afán de protagonismo", informa Carlos E Cué. Piqué recordó en tono malicioso que hace poco Bono "hizo una larguísima rueda de prensa en la que habló de todo como si fuera el auténtico candidato" del PSOE. Piqué tiró la piedra pero luego escondió la mano: "a lo mejor son apreciaciones personales", matizó.

El PSC, sin embargo, defendió a Bono. José Montilla, primer secretario de este partido, dijo entre grandes aplausos en Cornellá que los socialistas aún esperan las disculpas de cuando Pujol les "envió a la mierda de dos en dos". Por la mañana, Maragall justificó a Bono y recordó que a él se han dicho "cosas peores". Pero en el mitin de la noche cambió de tercio y admitió: "Algún error hemos cometido. Incluso algún amigo y compañero nuestro en las últimas 24 horas". Enseguida minimizó el incidente: "Hay traspiés en la vida, pero ganaremos".

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