Los empresarios ven todavía lejano su papel en la reconstrucción

Los empresarios se han marchado de Madrid con una sensación agridulce en la boca. La Cumbre de Donantes les ha asignado un papel clave en la reconstrucción de Irak, pero ellos todavía ven su posible participación como algo muy lejano. La falta de seguridad en la zona, tanto por la inestabilidad social como política que todavía reina en el país árabe, es un escollo difícil de salvar y, aunque las compañías no estuvieron ayer presentes en la conferencia, los mensajes animándoles a ir a Irak se repitieron una y otra vez. "La seguridad no va a ser un obstáculo permanente para la reconstrucción", a...

Los empresarios se han marchado de Madrid con una sensación agridulce en la boca. La Cumbre de Donantes les ha asignado un papel clave en la reconstrucción de Irak, pero ellos todavía ven su posible participación como algo muy lejano. La falta de seguridad en la zona, tanto por la inestabilidad social como política que todavía reina en el país árabe, es un escollo difícil de salvar y, aunque las compañías no estuvieron ayer presentes en la conferencia, los mensajes animándoles a ir a Irak se repitieron una y otra vez. "La seguridad no va a ser un obstáculo permanente para la reconstrucción", aseguró el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell.

Pero tras la euforia inicial desatada tras el final de la guerra de Irak, por las grandes posibilidades que suponía para las empresas, se impone la cautela. Los empresarios estudian ahora la abundante documentación sobre la situación actual en Irak que les fue entregada el jueves pasado, cuando se reunieron con representantes del Gobierno iraquí. Les aseguraron que la nueva normativa que regula las inversiones extranjeras y los seis bancos que se pondrán en marcha garantizarán la seguridad de sus negocios, y que hay países en Latinoamérica y África más peligrosos que Irak. Este mensaje fue recibido por la comunidad empresarial con una gran dosis de escepticismo.

"Hay que definir el marco financiero", señala uno de los 300 asistentes a ese encuentro. Para muchas empresas españolas, además, hay que tener en cuenta que Irak es un mercado desconocido. "Existe un interés real; habrá que esperar a ver a qué proyectos concretos podemos aspirar", añade. Sin embargo, se percibe entre los empresarios la convicción de que la buena sintonía entre los Gobiernos de Madrid y Washington durante el conflicto y los 300 millones de euros que España aporta a la reconstrucción pondrá a las compañías españolas en situación de ventaja para optar a contratos.