Se inicia el homenaje a Legazpi en su V centenario

Miguel López de Legazpi (Zumarraga, 1503 / Manila 1572) contribuyó en el siglo XVI a que España se convirtiera en potencia mundial: conquistó el archipiélago de Filipinas y con la fundación de Manila en 1571 logró que las islas adquirieran gran importancia como centro comercial entre Oriente y Occidente. Ahora, en el V centenario de su nacimiento, Zumarraga le rinde un año de homenaje con exposiciones, congresos y jornadas.

López de Legazpi es uno de los vascos más universales y una de las figuras que mejor representa el valor de la conciliación. O, en otras palabras, como dijo en su mo...

Miguel López de Legazpi (Zumarraga, 1503 / Manila 1572) contribuyó en el siglo XVI a que España se convirtiera en potencia mundial: conquistó el archipiélago de Filipinas y con la fundación de Manila en 1571 logró que las islas adquirieran gran importancia como centro comercial entre Oriente y Occidente. Ahora, en el V centenario de su nacimiento, Zumarraga le rinde un año de homenaje con exposiciones, congresos y jornadas.

López de Legazpi es uno de los vascos más universales y una de las figuras que mejor representa el valor de la conciliación. O, en otras palabras, como dijo en su momento Pío Baroja y recordó ayer el alcalde de Zumarraga, Antón Arbulu, "es un político que representa la prudencia y la diplomacia de los vascos". "Impuso una paz de ocupación, sin duda", argumentó ante las personalidades que se dieron cita en la casa natal de Legazpi, "pero de ese modo acabó con las guerras entre reyezuelos favoreciendo un periodo de paz como no habían conocido las islas".

El navegante vasco siempre tuvo el deseo de conquistar nuevas tierras. En 1528 partió hacia México, donde desempeñó primero el cargo de escribano del cabildo municipal y después ejerció de alcalde. Pero su verdadera gesta no llegó hasta los 60 cuando aceptó el encargo de Felipe II de conquistar el archipiélago de Filipinas. La exploración fue un éxito: los indígenas quedaron integrados en la Corona y con la fundación de Manila -donde falleció de una apoplejía- las islas acabaron por convertirse en eje clave del comercio entre Oriente y Occidente.

"Fue una figura universal, que hizo renuncia expresa de la fuerza y reconoció a los nativos como sujetos de derecho", dijo Arbulu. "Pero existe un desconocimiento importante sobre su figura, que espero que se solucione este año".

Los actos -impulsados por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales y la Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior-, comenzaron ayer con la presencia, entre otros, del secretario general de la Presidencia, Javier Zarzalejos, y el de Asuntos exteriores, Ramón Gil Casares. Pero cobrarán una dimensión más pública en una exposición que se inaugurará en noviembre en el Museo San Telmo de San Sebastián y que viajará luego a México y a Manila. También se ha organizado un congreso sobre su figura que reunirá en el Palacio de Miramar a más de medio centenar de historiadores, así como unas jornadas y un ciclo de mesas redondas que se celebrarán en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander y en Manila.