OPINIÓN DEL LECTOR

Dormir: un lujo

En algunas calles de Barcelona, el dormir se ha convertido en un lujo. En la calle de Casanova entre las de París y Londres, descansar 10 minutos seguidos es toda una proeza. La noche transcurre de la forma siguiente:

Son las 12.30 horas, te acercas a la cama y te preguntas: ¿lo conseguiré? Hace muchísimo calor. Fuera, los bares y las discotecas comienzan su andadura. 2.30 horas: con la ventana abierta, no pasa ni soplo gota de aire. Puedes seguir perfectamente las conversaciones de la gente bajo la ventana: hablan, gritan y cantan. 4.00 horas: continúa la juerga; ¿cierro la ventana y m...

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En algunas calles de Barcelona, el dormir se ha convertido en un lujo. En la calle de Casanova entre las de París y Londres, descansar 10 minutos seguidos es toda una proeza. La noche transcurre de la forma siguiente:

Son las 12.30 horas, te acercas a la cama y te preguntas: ¿lo conseguiré? Hace muchísimo calor. Fuera, los bares y las discotecas comienzan su andadura. 2.30 horas: con la ventana abierta, no pasa ni soplo gota de aire. Puedes seguir perfectamente las conversaciones de la gente bajo la ventana: hablan, gritan y cantan. 4.00 horas: continúa la juerga; ¿cierro la ventana y muero ahogada de calor o la dejo abierta y me muero de cansancio mañana en el trabajo? 6.00 horas: cada vez hay más gente en la calle; amanece. 7.00 horas: ya es de día y en la calle continúan cantando y gritando. 7.30 horas: me levanto para ir a comprar el periódico y el pan; tengo que sortear gran cantidad de obstáculos: cristales rotos, vómitos y orines que nos han dejado como regalo.

Esta historia se repite los jueves, viernes y sábados. ¿Hay alguna solución?, ¿qué dice el Ayuntamiento?

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