Francia revisa a la baja el crecimiento para 2004 y lo sitúa en una horquilla entre el 2% y el 2,5%

El ministro francés de Presupuesto, Alain Lambert, redujo ayer medio punto las previsiones de crecimiento de la economía francesa para 2004, dejándola en un mínimo del 2%. "A finales de 2003 la economía debería volver a reactivarse para que el crecimiento en 2004 oscile entre el 2% y el 2,5%", dijo Lambert, frente a la previsión gubernamental de marzo, que fijó el crecimiento en el 2,5%.

El responsable del Presupuesto subrayó su deseo de que la previsión para el año próximo esté "próxima al consenso" de los institutos de coyuntura económica. Precisamente los economistas ofrecieron el me...

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El ministro francés de Presupuesto, Alain Lambert, redujo ayer medio punto las previsiones de crecimiento de la economía francesa para 2004, dejándola en un mínimo del 2%. "A finales de 2003 la economía debería volver a reactivarse para que el crecimiento en 2004 oscile entre el 2% y el 2,5%", dijo Lambert, frente a la previsión gubernamental de marzo, que fijó el crecimiento en el 2,5%.

El responsable del Presupuesto subrayó su deseo de que la previsión para el año próximo esté "próxima al consenso" de los institutos de coyuntura económica. Precisamente los economistas ofrecieron el mes pasado cifras menos optimistas que las del Ejecutivo, al augurar una progresión económica del 2%.

El ministro subrayó también la importancia de controlar el déficit. Para ello, dijo, "confío mucho en la capacidad del Estado para hacer economías". El déficit presupuestario francés ha crecido un 23% en el primer cuatrimestre de 2003 respecto al de 2002. Para el socialista Didier Migaud, "Francia ha pasado de ser la locomotora del crecimiento europeo a ser uno de los vagones dignos de figurar como furgón de cola".

Las protestas se mitigan

Mientras tanto, la protesta contra el proyecto gubernamental de reforma de los regímenes vigentes de pensiones de jubilación parece perder amplitud al mismo tiempo que se radicaliza. Si el pasado domingo las discrepancias de contabilidad entre las distintas fuentes -básicamente, la sindical y la de la prefectura de policía- alcanzaron cotas nunca vistas -la CGT habló de 250.000 personas en París pero la prefectura sólo vio a 45.000-, ahora todo el mundo está de acuerdo en que los manifestantes son escasos, pero mucho mayor su poder de perturbación. En Montpellier, Clermont Ferrand, La Rochelle o Pau los comandos causaron graves desperfectos en las delegaciones de la patronal.

En los alrededores de París piquetes móviles han ido apoderándose sucesivamente de puestos de control del tráfico ferroviario, obligando a desviarlo y provocando retrasos. En las afueras de Marsella, un grupo de trabajadores ha bloqueado durante casi todo un día el acceso a la refinería de Fos. En varias ciudades la huelga en la recogida de basuras empieza a crear problemas sanitarios y en Lyón los basureros volcaron el contenido de sus camiones delante del Ayuntamiento.

Para el próximo martes, nueva gran jornada de protesta, los sindicatos se encuentran con dificultades para encuadrar a sus militantes, máxime cuando las autoridades les niegan los lugares que reclaman para reunirse o desfilar. Así, en Marsella, el alcalde no ha querido que el mitin se celebre en el estadio municipal. En París el prefecto de policía no ha aceptado los recorridos propuestos por los sindicatos porque desembocan en las cercanías o ante la Asamblea Nacional, que precisamente ese día debe empezar la discusión del proyecto del Gobierno conservador.

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